Son estos los principales flagelos de nuestra sociedad y su práctica se ha intensificado en la administración pública y en aquellos espacios donde los ciudadanos que tienen oportunidad de saquear las arcas públicas lo hacen con la certeza de que no les ocurrirá nada y nadie los sancionará por ello.
Aquí en Hidalgo, más de 600 mil hidalguenses decidieron el pasado 5 de junio lanzar un mensaje de hartazgo y de buscar, con su voto, un cambio en la conducción del estado y en el manejo de los recursos públicos, precisamente con el anhelo de que se acabe esa práctica que hace más ricos a unos cuantos y más pobres a millones de personas.
Ayer, durante la presentación de los encargados de llevar el proceso de transición del gobierno de Omar Fayad Meneses (PRI) al de Julio Menchaca Salazar (Morena), el primero advirtió que “no habrá patente de corzo ni impunidad a quien se haya salido del marco legal”.
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El segundo, en su manifiesto por “una transición justa, transparente y ordenada”, también les advirtió a los secretarios del gobierno, que “estamos vigilando a quienes han sido identificados cometiendo prácticas irregulares con la intención de mantener su beneficio personal” a costa del erario público, y les advirtió que: “la corrupción es un delito grave”.
Ajustado al proyecto de la Cuarta Transformación, con su lema de “no mentir, no robar y no traicionar”, quien asumirá el poder ejecutivo en la entidad, el próximo 5 de septiembre, ha generado una muy amplia expectativa ciudadana de que las cosas serán diferentes, luego de romper con 93 años de que políticos emanados del PRI, han llevado las riendas del poder ejecutivo en la entidad.
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La presencia de Santiago Nieto Castillo, como parte del equipo que representará al gobierno entrante en este proceso de transición, movió a la especulación por la posibilidad de que el 5 de septiembre forme parte del nuevo gobierno.
Pero, hay que recordar que lo mismo que hará en Hidalgo, lo hace ya en Tamaulipas, donde también acompañó al gobernador electo, Américo Villarreal, para el proceso de entrega-recepción, como lo hace aquí en Hidalgo.
No necesariamente quienes fueron nombrados ayer, serán nombrados como parte del equipo de gobierno que comienza en dos meses.