Señaladas históricamente como corporaciones problemáticas, cuyos elementos fomentan los abusos y la corrupción, las policías locales y estatales hoy enfrentan su peor crisis de credibilidad y son sometidas al descrédito social, pues se les acusa de actuar violentamente contra la ciudadanía pero en contraparte de mostrar una actitud apacible casi dócil ante la delincuencia.
El hoy no circula sanitario, implementado en Hidalgo en el 2020 casi a la par de que la pandemia nos obligó a resguardarnos en casa, sirvió para regular la movilidad y evitar el tránsito inecesario de personas, pero también para la proliferación de quejas en contra de los elementos estatales a quienes se les denunció por utilizar los retenes para extorsionar automovilistas.
Quizá por ello, a tan solo tres meses de instalado aquel retén sanitario, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo contabilizaba múltiples quejas contra los uniformados por abusos policiacos.
O la policía municipal de Pachuca que en los últimos nueves meses se vio envuelta en dos escandalosos actos de abuso policíaco contra ciudadanos, lo que dejó en evidencia el desconocimiento de los uniformados de sus propios protocolos de actuación e intervención, lo que derivó en la suspensión de varios elementos, entre ellos el director de la Policía Preventiva, Rubén G.
Pero más allá de que los agentes municipales desconozcan sus propios mecanismos de actuación, también está el hecho de la innecesaria intervención de la fuerza policial en asuntos meramente administrativos.
Esto fue lo que ocurrió el pasado 14 de febrero en la colonia Punta Azul, cuando personal de Reglamentos y Espectáculos del ayuntamiento capitalino debía realizar una notificación a un negocio que fue reportado por vecinos tras obstruir la vía pública.
Sin embargo, la inexperiencia de servidores públicos y la mala actuación de la policía hizo que un asunto meramente administrativo se saliera de control y terminara en riña con un video que le dió la vuelta al país, evidenciando a los uniformados una vez más por somerter con exceso de fuerza a una mujer de aproximadamente 50 años.
Si bien, la falta de capacitación de los policías es un problema que aqueja a gran parte del país, para solucionarlo se requiere una reingeniería y un trabajo intenso, pero la parte fundamental es dejar de ver a las corporaciones policíacas como una posición más para darle trabajo a los amigos y recomendados.
Es cierto que algunos mandos cuentan con preparación académica no con experiencia y viceversa, pero en el peor de los escenarios hay quienes solo cuentan con la recomendación de amistad, familiaridad o simpatía de quienes deciden.
@AlexGalvezQ
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