Entre las montañas que dividen a Hidalgo y Veracruz se encuentra el arroyo del cura, un cañón de 20 metros de profundidad y 3 kilómetros de longitud que ha sorprendido a viajeros por sus paisajes únicos y su entorno semidesértico.
El lugar destaca por las tonalidades ocres y rosadas de sus paredes rocosas, que cambian a lo largo del día con la luz del sol. Este fenómeno lo ha convertido en un rincón perfecto para los amantes de la naturaleza y la fotografía.
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Una experiencia de aventura en la sierra
Recorrer el arroyo del cura toma cerca de 45 minutos a pie. El trayecto incluye trepar piedras, atravesar pozas de agua y pasar por estrechos túneles naturales donde las paredes parecen unirse. Aunque no es un recorrido complicado, se recomienda llevar calzado de montaña y ropa cómoda.
A unos pasos de este cañón también se encuentra la Cueva de la Malinche, famosa por sus pinturas rupestres y una leyenda que vincula a este sitio con la historia prehispánica. Incluso, uno de los símbolos grabados en la roca inspiró al grupo de rock Jaguares para su logotipo.
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Ubicación
El arroyo del cura está en Huayacocotla, Veracruz, con acceso desde la comunidad de San Nicolás Atecoxco, en San Agustín Metzquititlán, Hidalgo.
Desde la Ciudad de México, el viaje en auto toma alrededor de 3 horas y media, atravesando paisajes de la Cuenca de México, la Comarca Minera y la Sierra Baja de Hidalgo.
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