Por primera vez en 93 años, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) dejará de gobernar Hidalgo, luego de que con una marcada diferencia perdió en las urnas como desde 60 días antes se le vaticinó en las primeras encuestas de tendencia al voto.
A pesar de formar coalición con el Partido Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), el tricolor no logró remontar la tendencia ni los conflictos internos que desde finales de 2021 se registraron entre el actual gobernador, Omar Fayad Meneses, y Alejandro Moreno, dirigente nacional del PRI por la designación de la precandidatura, que finalmente fue para Carolina Viggiano Austria, la entonces secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional del Revolucionario.
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Si bien, la narrativa del tricolor fue que una mujer sería la gobernadora por primera vez en la historia estatal, esta se fue diluyendo al paso de la morenista de terminar con la corrupción y los gobiernos caciquiles, temas que hicieron eco en una entidad que es la número 22 en pobreza, según datos del Consejo Nacional de Evaluación (Coneval).
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Desde 2018, el Revolucionario Institucional en Hidalgo no logró superar el descalabro de Morena y, si bien, en esas elecciones federales no ganaron ni un distrito electoral bajo el cobijo de la figura de Andrés Manuel López Obrador, para 2020 su votación se recuperó, pero para 2021 y este 2022 la aprobación ciudadana en las urnas no les favoreció.
A nivel nacional, con la pérdida de Hidalgo se va uno de los más importantes bastiones del tricolor y estuvo a punto de cumplir 100 años gobernando la entidad. Sin embargo, la narrativa del presidente de México de terminar con los cacicazgos permeó en la ciudadanía, que para esta elección tuvo una baja participación en las urnas.
