Casa Sola: cuentos para escapar de la depresión 

Casa Sola (Palabra Herida) es una obra que se impregna en el alma, que recuerda al lector la fragilidad del ser humano ante la soledad y la depresión. 

Emilio Antonio Calderón es el capitán de una nave que lleva a un viaje a las profundidades del aislamiento y el desarraigo humano, todo en 21 relatos cortos.  

“Los cuentos exploran la vida de personajes que lidian con sentimientos de abandono, el vacío existencial y la búsqueda de identidad, a través de géneros como el terror, el realismo mágico y el cuento psicológico”, describe el autor para La Jornada Hidalgo. 

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Calderón sumerge al lector en una atmósfera donde la soledad se percibe como un malestar constante. 

Calderón comenzó a escribir Casa sola como un ejercicio introspectivo, impulsado por su propia experiencia de duelo y soledad. 

Entre 2018 y 2023, en medio de una etapa de cambio y autodescubrimiento, el autor encontró en la escritura una forma de lidiar con la pérdida y los sentimientos de aislamiento. 

Casa Sola comenzó siendo un espacio muy personal. Empecé escribiendo en 2018 como una forma de lidiar con experiencias difíciles: depresión, soledad, incluso pensamientos suicidas. Era mi manera de procesar lo que sentía, pero nunca pensé en un inicio que estos relatos pudieran convertirse en un libro. Solo escribía historias breves, ancladas en momentos cotidianos que me marcaban. 

“Conforme empecé a compartir algunos cuentos con conocidos, me di cuenta de algo importante: estas emociones, aunque en apariencia personales, son universales. Todos hemos sentido soledad, abandono o miedo en algún momento, y especialmente después de la pandemia, estos temas se volvieron más tangibles para muchos”, responde. 

La desesperanza y la desconexión están expuestas en el relato Casa Sola el que le da nombre al libro. Aquí se narra la vida de una adolescente que, en su intento por llenar el vacío emocional, se refugia en relaciones pasajeras y superficiales. 

“Son historias que reflejan un malestar colectivo: el miedo a estar solos, a no tener a nadie. 

“Lo que más me sorprendió fue la respuesta del público. Personas que me escribían diciendo que sentían que alguna historia les hablaba directamente. Ese fue el momento en que entendí que el libro tenía un propósito más allá de mi experiencia”, expresa el novel escritor. 

Casa sola es un testimonio literario y a la vez un llamado a reconocer y enfrentar la complejidad del sufrimiento humano. 

Calderón asegura que la soledad es el hilo conductor del libro y por ello logra conectar con lectores de diferentes edades y contextos. 

Creo que la clave está en la diversidad de los personajes. En Casa Sola no hay una edad, género o contexto específico. Puede ser un adolescente, una persona mayor, o alguien en sus treintas; la soledad es transversal y no discrimina. Todos, como seres sociales, compartimos ese temor a no tener a alguien a nuestro lado”. 

En México la lectura no es una costumbre muy arraigada y los autores encuentran en esto un obstáculo al cual deben de sortear con inteligencia. 

Calderón encontró en el cuento una puerta de entrada a la literatura, aunque hay especialistas que aseguran que este género está infravalorado. 

“Precisamente por eso. El cuento es breve, directo, y puede captar la atención de quienes no están acostumbrados a leer. En un trayecto en metro o autobús puedes terminar una historia. Creo que los cuentos pueden ser un puente hacia la literatura para muchas personas”. 

Un tema que es crucial: publicar en un entorno literario tan complicado como el nuestro le trajo retos para llevar Casa Sola al público. 

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“Fue un camino lleno de retos. En un país donde se lee poco y las editoriales grandes suelen apostar por autores consolidados, publicar como escritor emergente puede ser desalentador. Tuve que aceptar desde el principio que sería una inversión personal, sin expectativas de grandes ganancias. 

“Por fortuna, una editorial independiente en Colombia se interesó en mi trabajo, y eso marcó la diferencia. Fue un golpe de suerte, pero también resultado de tocar muchas puertas y no rendirme”. 

Casa Sola y Bitácora de viaje son sus dos obras, ambos libros tienen similitudes en cuanto a formato y número de cuentos, pero la temática evoluciona. Si en Casa Sola exploró la soledad y el abandono, en Bitácora de viaje los personajes buscan salir de ese estado. Fue un reflejo de su propia transición: de vivir la depresión a intentar mejorar su entorno. 

MHO