Hablar de Jaltocán es hablar de la pobreza, la miseria, el rezago, el cacicazgo, los abusos, los excesos y la enorme corrupción que, en los últimos 20 años, en conjunto han definido el rumbo de esta población, una de las más pequeñas de la entidad hidalguense que parece concentrar lo peor del ejercicio de la función pública.
Así como reza la frase de que a toda acción corresponde una reacción, la mala imagen del municipio huasteco de Jaltocán tiene un responsable, y según la percepción ciudadana, este se llama Guillermo Amador Lara, el famoso Compa Memo, que desde su llegada al gobierno municipal de este sitio a través del PRD, no ha parado de hundir cada día más a su lugar de origen para llevar sus bolsillos de dinero.
En el año 2006, luego de un pésimo trabajo de los gobiernos priistas pasados, Compa Memo logró atraer a los ciudadanos ofreciendo la esperanza de un cambio, ese que a nivel nacional ya promovía el partido del sol azteca con Andrés Manuel López Obrador, figura que sirvió de arrastre para sus propósitos.
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Así fue como el Compa Memo se convirtió en el primer alcalde de oposición de Jaltocán, lo que sin duda ha sido causa de arrepentimiento de miles que ciudadanos que a pesar de sus intentos no logran quitarlo del cacicazgo económico y político que ejerce, aprovechando el hambre, pobreza y miseria de los jaltocanenses.
Del 16/01/2006 al 15/01/2009 compa Memo ejerció el cargo de presidente municipal sin pena ni gloria a favor del pueblo, que tuvo que soportarlo nuevamente como “alcalde” detrás de Concepción Amador, su hermana, misma que del 2009 al 2012 asumió la presidencia municipal como figura decorativa netamente.
Del 2012 al 2016 Jaltocán tuvo un respiro y fue el PRI con Hipólito Hernández Aquino, quien consiguió asumir la alcaldía, sin embargo, su trabajo no estuvo a la altura y nada cambió de la la pobreza extrema que prevalece en la cabecera y comunidades, dejando un estado de indefensión a padres, madres de familia y ciudadanos que sucumbieron ante sus necesidades para “vender su voto” al mejor postor, es decir, al compa Memo.
Fue entonces que Memo Amador acomodó las piezas y nuevamente bajo las siglas del PRD compitió y ganó la elección, para convertirse por segunda ocasión en alcalde constitucional de Jaltocán, retomando su manera de ejercer el poder en agravio de los ciudadanos del lugar, porque desde la silla del poder ejecutivo municipal no sólo desempeño el cargo de alcalde, sino que también fue el principal contratista y el principal proveedor de bienes y servicios para el gobierno que encabezaba y nadie se atrevió a denunciarlo debido a que es conocido que toma represalias.
Calles en completo abandono, fisurada o sin pavimentar, un proyecto de más de cien millones de pesos echado a perder por no saber operarlo y drenaje inservibles, obras fantasmas e inconclusas que nunca fueron entregadas pero cuyas comprobaciones financieras si aparecen ejercidas como la de la iglesia de San Juan Bautista, obras con presupuestos sobrevalorados que dieron pie al saqueo de las arcas municipales, son el sello de la marca de los hermanos Amador Lara, quienes hasta la fecha siguen gobernando a través de Iván Lara Tovar, quien los jaltocanenses consideran un pelele.
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Lo dicho es un sentir popular, dado que Compa Memo es quien ordena y dirige el la administración municipal en turno, lo cual se ha confirmado por la sumisión y falta de carácter del alcalde Lara Tovar para con el compa Memo, quien sigue siendo el principal contratista a través de testaferros y cuyo trabajo es pésimo en calidad, sin que haya tenido un sólo reclamo por lo hecho mal.
Recientemente y con el boom de la Cuarta Trasformación en todo el país, compa memo decidió mostrarse como uno de los miles neo morenistas que pretenden lavar sus culpas en MORENA, el partido político de moda al que todos quienes “subirse” para perpetuarse en el poder, pero no fue bienvenido porque hasta una marcha hicieron en su contra; recientemente su delfín, Iván Lara, hizo pública la separación de su grupo político del PRD con la esperanza de que le den la oportunidad de “santificarse” como lo han hecho los priistas y demás militantes de partidos políticos.
Ese es el caso de compa Memo, quien desde el año 2022 buscó mostrarse como simpatizante de MORENA, fingiendo respaldar al movimiento sin mucho éxito.
Guillermo Amador no es ya querido por la gente de Jaltocán, se ha roto ese encanto que alguna vez dijo tener pero que realmente, si así fue, lo obtuvo mediante la compra de simpatías, mitigando el hambre de la gente del campo que no le interesa más que tener en la mano algo para comer y sobrevivir.
Compa Memo, el rico cacique del pueblo, sigue apostando a la ignorancia, al hambre, a la necesidad y a la pobreza de sus coterráneos para ser por tercera ocasión el alcalde constitucional de un municipio que clama a grito abierto querer salir de la zanja en la que cayó y de la cual no logra salir, una tierra a la que le urge un cambio absoluto que no tenga los apellidos Amador ni Lara.
Por Iñaki Fernández
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