En medio de una protesta pacífica con playeras blancas de las que asomaba la leyenda “Prensa, no disparen”, comunicadores hidalguenses presentaron el cartel de actividades de la Semana del Periodismo 2022, evento que goza de gran fuerza y poder de convocatoria por la aceptación que ha tenido por parte de destacados escritores, periodistas y analistas de talla nacional.
Lamentablemente la Semana del Periodismo se desarrollará este año en medio de un escenario deprimente y desolador para la comunidad periodística, así lo deja ver la escalofriante cifra de 52 comunicadores asesinados en lo que va del actual sexenio, por ello, sirva este valioso espacio para replicar algunos extractos del mensaje emitido ayer por la Fundación para la Comunicación y el Periodismo (Funcope).
“La persecución que se hace desde Palacio Nacional, por el propio presidente, contra periodistas críticos, contra reporteros y columnistas que cuestionan sus obras o la falta de resultados de su gobierno, nos permite entender por qué se ha incrementado la violencia contra los periodistas.
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La respuesta es simple, porque él mismo los convierte en blancos. Nos pone un círculo en la espalda, cruzada con una X, para que alguno de sus fanáticos, socios, o la delincuencia organizada sea el ejecutor”. rezaban las líneas discursivas que ofrecí en mi calidad de presidente de la Funcope.
Prosigue el texto:
“Nunca antes como ahora se ha hecho tan evidente el odio que destilan contra la transparencia, la información y la opinión. No nos engañemos: se quiere acabar con la crítica, con la información, con la opinión, y con quienes se atreven a ejercerla. Ahí está el caso de Notimex, en una huelga no resuelta desde el 21 de febrero de 2020 (…), porque lo que se pretende es cerrarla, porque estorba, como estorban todos aquellos medios de comunicación que no son incondicionales del poder”.
Hidalgo no escapa a este menosprecio que reciben los medios de comunicación desde las burocráticas oficinas de quienes deberían garantizar nuestra seguridad, y para muestra la Procuraduría General de Justicia, que mantiene acéfala desde hace cuatro años la Fiscalía de Protección a Periodistas porque a alguien se le ocurrió “que no sirve para nada, porque en Hidalgo no matan periodistas”.
Checa: Arde Ixmiquilpan
O la Ley de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Salvaguarda de los Derechos para el Ejercicio del Periodismo en el Estado Hidalgo, que desde su aprobación en 2016 ha sido letra muerta, pues ni siquiera tiene reglamento y los constantes llamados del gremio periodístico para reglamentarla le han entrado por un oído y le salen por el otro a los legisladores.
Y cómo no mencionar a quienes se sienten dueños de los medios de comunicación, aquellos que pretenden que en las redacciones se haga de todo, menos periodismo.
“Nuestro papel es explicar, revelar, dar sentido a los hechos, y exigir explicaciones. Esa es la prensa libre que ejercemos, esa es nuestra razón de ser, y sin cuya existencia se impondría el pensamiento único, el que se erige como juez y como verdugo”.
@AlexGalvezQ
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