Durante los días 1 y 2 de noviembre, cientos de familias han acudido al panteón municipal de Pachuca para visitar a sus seres queridos que ya partieron, en el marco de las festividades del Día de Muertos. Entre flores de cempasúchil, manita de león, astromelias y adornos coloridos, los visitantes también han llevado cubetas con agua, palas para limpiar las tumbas e incluso contratan tríos y mariachis para acompañar a sus difuntos con música.
Sin embargo, a pesar del ambiente de tradición y recuerdo, las vendedoras de flores han reportado bajas ventas en comparación con años anteriores. Claudia, encargada del puesto Los Cuates, ubicado en el local 13 del panteón, señaló que las ventas “no han llegado ni a la mitad” de lo que acostumbraban en otras temporadas.
“Desde ayer las ventas están un poco tranquilas y ahorita sigue igual. No ha aumentado mucho el movimiento”, comentó.
Claudia explicó que su familia se dedica a la venta de flores desde hace más de tres décadas, una tradición heredada de su abuela. Este año, el ramo de cempasúchil se vende a 35 pesos, o tres por 100, aunque el bajo flujo de compradores ha afectado considerablemente sus ingresos.
“La flor no subió tanto de precio, pero aun así las ventas están bajas. En los tres días que llevamos de festividad, la venta sigue estancada”, lamentó.
Entre las flores más solicitadas se encuentran el cempasúchil, la astromelia, el polar blanco y la manita de león, aunque muchas veces, al no venderse toda la mercancía, parte de la flor termina en la basura, lo que representa una pérdida económica para las comerciantes.
“A veces la tenemos que tirar, y ahí se van nuestras ganancias”, señaló.
A pesar del panorama poco alentador, las vendedoras mantienen la esperanza de que las ventas mejoren durante la tarde de este 2 de noviembre, cuando se espera una mayor afluencia de visitantes al camposanto.
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