La Auditoría Superior del estado de Hidalgo (ASEH) observó un faltante de casi 61 millones de pesos en el ejercicio fiscal 2021, del municipio de Tula, de las cuales, un millón 074 mil 497.90 pesos corresponden a la compra de colchones para damnificados, los cuales fueron entregados en pésimas condiciones.
Al respecto, integrantes de la Gran Asamblea de Tula y Unidos x Tula, destacaron que esperan que pronto se entregue el resolutivo final de esta situación y se finquen responsabilidades, pues recordaron que los colchones entregados a damnificados, estaban hechos con materiales reciclados y tenían fluidos de todo tipo, así como alimañas.
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En este sentido, el informe de la ASEH informó que, derivado de la denuncia recibida el 1 de agosto del 2022, interpuesta por ciudadanos de Tula, se revisaron los documentos necesarios y se determinó que, es improcedente el gasto de un millón 074 mil 497.90 pesos, correspondiente a la compra de colchones.
Esto porque, según la entidad fiscalizadora, los colchones entregados a las y los damnificados de la inundación del 6 y 7 de septiembre de 2021, no cumplen con la calidad y características contratadas, “lo cual pone en riesgo la sanidad de los beneficiarios”; hechos que se hacen constar en el acta número ASE/DGFSM/024/TUA/2021 de fecha 2 de diciembre de 2022.
De ahí, la administración municipal de Tula, a cargo de Manuel Hernández Badillo, presentó documentos y oficios para tratar de satisfacer las irregularidades, pero la ASEH determinó que no cumplen, por lo que, se generó el pliego de observaciones correspondiente.
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En este sentido, la Gran Asamblea de Damnificados informó que la administración de Tula tiene 20 días para solventar las observaciones, una vez notificados, y luego la ASEH tendrá hasta 60 días para pronunciar sobre la situación que afectó a decenas de damnificados.
Por lo que, la sociedad civil organizada de Tula, esperan que se haga justicia con respecto a las compras que se hicieron de los colchones, en las que, los integrantes de la Gran Asamblea y Unidos por Tula, consideran que hubo actos de corrupción, al comprar los colchones a sobreprecio.
Cabe recordar que, derivado de la molestia de las y los damnificados, muchas personas que habían recibido uno de estos colchones, decidieron irlos a quemar frente a la alcaldía de Tula, el pasado 8 de febrero de 2022.
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