ATREA alza la voz por quienes luchan diariamente por encajar

Con el propósito de mejorar la calidad de vida de las personas que padecen algún Trastorno del Espectro Autista (TEA), así como dar difusión con el fin de integrarlos a la sociedad en las mejores condiciones posibles, es como se funda ATREA. 

Jannet Rangel, fundadora y presidenta de la Asociación Integral de Asistencia a los Trastornos del Espectro Autista (ATREA), comparte que esta se constituyó legalmente en 2007, siendo pionera en esta línea de trabajo en el estado. 

“Comencé por la necesidad que tenía de atender a mi hija, quien fue diagnosticada con Trastorno del Espectro Autista; cuando comencé a buscar apoyo me decían que me acostumbrara al hecho de que mi hija no podría hablar ni expresar sentimientos, siendo el único posible apoyo un psiquiatra”. 

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Después de haberse apoyado por el sistema de educación especial, a través del Centro de Atención Múltiple en Hidalgo, adoptó lo mejor de esta alternativa para emprender en la iniciativa social. 

“Hace 18 años el autismo no era tan conocido, por lo tanto, debía atenderse de forma diferente, por lo que la organización la fundé para mi hija y para proporcionarle un tratamiento completo, integral en el que se contara con posibilidades de aprender y mejorar su calidad de vida”. 

En coordinación con más padres de familia con hijos diagnosticados con TEA se impulsó el proyecto, el cual tiene tres ejes de acción: Diagnóstico, Inclusión social y Tratamiento, que permiten mejorar la calidad de vida de personas con autismo y sus familias.

Foto: Cortesía

“Mediante la información sensibilizamos a la sociedad, ya que no se puede ayudar a quien no conoce, especialmente en una condición que es invisible; de forma consecutiva es el diagnóstico, porque entre más temprano se identifique se mejora mucho su calidad de vida para partir de ahí y generar un tratamiento integral”. 

Jannet Rangel detalló que con el eje de tratamiento integral se trabaja en las áreas de motricidad gruesa, la fina y sensorial, en el aprendizaje, habilidades para la vida y con la familia. 

“El respaldo familiar es importante, especialmente los padres, porque si es difícil tener un hijo neurotípico, mucho más un niño con autismo, por ello es indispensable capacitarnos para dotar a las personas con TEA de las herramientas que les permitan tener una vida de calidad”. 

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El Centro de ATREA Autismo brinda terapias grupales, de cinco personas, e individuales, con horario de 9:00 a 13:00 y de 14:00 a 18:00 horas, apoyando a infantes que no tuvieron la oportunidad o se les negó el derecho de recibir educación en modalidad regular, ya sea por su conducta o por tener el diagnóstico de TEA. 

“Nuestra mira es poderlos integrar a la educación regular y hacerles el acompañamiento; otra de nuestras actividades es visitar escuelas para visibilizar esta condición, porque es sumamente importante la información”. 

Actualmente atienden a 120 infantes y, al contar con neuropsicólogas y al ser receptoras para el servicio social a nivel licenciatura y maestría, logran diagnosticar de tres a cuatro personas con Trastorno del Espectro Autista de forma diaria. 

De acuerdo con estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la incidencia del autismo es de 1 de cada 160 personas, con variaciones. 

En la asociación reciben a personas de Ixmiquilpan, Tulancingo, Tizayuca, Zimapán, Zumpango, Ciudad de México, Tlaxcala y el extranjero.  

El pasado 2 de abril se realizó la caminata Juntos por el Autismo por principales calles de la capital hidalguense con motivo del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo

“En abril estaremos en el Congreso del Estado de Hidalgo para hablar desde tribuna sobre autismo, por lo que esta es una buena oportunidad para lograr que la Ley de atención y protección para las personas con Autismo se haga realidad”. 

Enfatizó que los derechos de las personas con TEA y sus familias son violentadas al no formar parte de la sociedad de una forma segura y sin discriminación en aspectos como la salud, recreación y el ámbito educativo. 

“Necesitamos alzar la voz por niños que están luchando diariamente por encajar en una sociedad que no los comprende, y no solo las familias con autismo, recordando que es una condición invisible y que llega sin avisar. Necesitamos ser más sensibles, tolerantes y amables con el autismo”.