En los últimos años, los ataques de ácido hacia mujeres en México han aumentado alarmantemente, dejando a su paso una estela de dolor, desfiguración y sufrimiento. El ácido se ha convertido en un arma letal utilizada para causar daño físico y emocional a las mujeres, con el objetivo de desfigurarlas, humillarlas y destruir sus vidas.
Uno de los casos más recientes y que conmocionó fue el de María Elena Ríos, una joven saxofonista de Oaxaca, quien fue atacada con ácido sulfúrico por un hombre que la acosaba. El ataque ocurrió en septiembre de 2019 y desde entonces, María Elena ha tenido que someterse a más de 20 cirugías para tratar de reconstruir su rostro y recuperar su salud. Su caso generó una fuerte indignación ante la violencia hacia las mujeres.
Pero el caso de María Elena Ríos no es aislado. De acuerdo con datos del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, en México se registran al menos 30 ataques de ácido al año. En la mayoría de los casos, las víctimas son mujeres jóvenes y la mayoría de los ataques ocurren en la vía pública, en el transporte público o en la casa de la víctima.
El ácido es una sustancia corrosiva y altamente tóxica que causa daño irreversible en la piel, los ojos y otros órganos del cuerpo. Las víctimas de ataques de ácido sufren quemaduras severas, cicatrices permanentes, ceguera, problemas respiratorios y, en muchos casos, trauma psicológico y emocional.
El Congreso del estado de Hidalgo ha propuesto recientemente una iniciativa para legislar la violencia ácida como delito y sancionar a quienes la cometan con penas de hasta 50 años de cárcel. Esta iniciativa es un paso importante para reconocer la gravedad de este tipo de violencia y tomar medidas para prevenir y castigar a los responsables.
De acuerdo con el diputado Ángel Tenorio Cruz, quien presentó la iniciativa, el objetivo es “salvaguardar el derecho humano con el que cuentan todas las mujeres a una vida libre de violencia, por tal motivo, se busca incorporar la violencia ácida como un tipo de violencia en dicha ley, cometida por ataques de ácido, álcalis, sustancias químicas, corrosivas, cáusticas, irritantes, tóxicas, inflamables, líquidos a altas temperaturas o cualquier otra sustancia que provocar o no lesiones ya sean internas, externas o ambas”.
Sin embargo, aún queda mucho por hacer. Es necesario que las autoridades tomen medidas para prevenir los ataques de ácido y proteger a las mujeres de la violencia. Esto implica implementar políticas públicas para sensibilizar a la población sobre la gravedad de este tipo de violencia, capacitar a las fuerzas de seguridad para atender adecuadamente los casos de violencia de género y garantizar la atención médica y psicológica a las víctimas.
Además, es fundamental que se promueva la cultura del respeto a los derechos humanos de las mujeres y se fomente una educación no sexista, que promueva la igualdad de género y el respeto a la diversidad.
Lo cierto es que… Los ataques de ácido hacia mujeres en México son una realidad aterradora que no podemos seguir ignorando. Es tiempo de tomar medidas concretas para erradicar la violencia de género y garantizar el derecho de todas las mujeres a una vida libre de violencia y discriminación. El futuro de nuestro país depende de ello.
Twitter @AidaSuarezCh