Con la reciente visita del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador a Tula, se anunció la intención de retomar el revestimiento del río Tula, por lo que integrantes de la Red de Conciencia Ambiental Queremos Vivir señalan que esa no es la solución para evitar que se registren inundaciones, sino que refieren que se necesita un proyecto ecológico e integral.
En rueda de prensa, integrantes de la Red de Conciencia Ambiental recordaron que hace cuatro años se pretendió hacer un ecocidio pues se tenía la intención de derribar alrededor de nueve mil árboles para efectuar la ampliación y rectificación del río Tula, por lo que la ciudadanía se opuso.
De ahí que los activistas señalaron que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) comenzaron los trabajos en el río Tula sin tomar en cuenta las afectaciones a la salud de la gente de la zona de Tula, pues ampliar el río no soluciona la problemática de la contaminación de la tierra tolteca.
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Y es que desde 2005 Tula fue declarada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como la zona más contaminada del mundo, por lo que los activistas refieren que mandar más agua negra a Tula no resuelve las problemáticas de la demarcación ni de los municipios aledaños.
Además, señalan que, pese a que el río Tula ya está contaminado, todavía hay áreas que funciona como habitad natural de diversas especies, sobre todo de aves por los árboles que existen, sin contar que refieren que revestir el río puede generar más problemas de los que pretende solucionar.
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Piden que no se revista el río
Los activistas señalan que el error está en pensar en el río Tula como un mero flujo de agua, sino que se debe contemplar los sedimentos, los seres que conforman el ecosistema, las aguas subterráneas, y sobre todo el impacto ambiental que se tendrá el seguir enviado aguas negras a esta zona.
Por ello refieren que revestir el río no es benéfico, y tampoco garantiza que Tula no se volverá a inundar, sino que lo que se debe hacer es buscar una solución que permita recuperar el río Tula y que dé solución al desagüe de las aguas que provienen del Valle de México, sin que la solución implique convertir el afluente en un caño más grande.
Por Joselyn Sánchez
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