Así el primer día de celebración a los fieles difuntos en Panteón de Pachuca

En en el Panteón Municipal de Pachuca se registró baja afluencia en la mañana, pero conforme fue avanzando la tarde, incrementó el ingreso de personas que acudieron a celebrar a sus fieles difuntos.

Luego de meses de pandemia, las florerías parecían tener un ligero respiro, pues de nueva cuenta podían verse compradores que se llevaban cempasúchil para adornar las tumbas de sus familiares.

Panteón Municipal de Pachuca/Foto: Edgar Chávez

Al ingreso del camposanto, un par de jóvenes colocan gel a los visitantes, que los recibe con un tradicional arco de flores arreglado para la ocasión, mientras algunos trabajadores del lugar se ofrecían para llevar agua a las tumbas que iban a visitar los recién llegados.

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En general el cementerio tenía buena presentación, se limpió gran parte de los andadores del cementerio, las piletas estaban recién pintadas.

Había andadores que estaban solos, y de a poco, comenzaron a aparecer grupos familiares que con escobas y palas llegaban a desyerbar las moradas o capillas de sus familiares.

Panteón Municipal de Pachuca/Foto: Edgar Chávez

Esta vez no había grupos musicales, aunque por ahí se escuchaba a lo lejos que en alguna capilla, se entonaba “Tres Regalos”.

En otra tumba, una familia trabajaba con mucho entusiasmo limpiando la última morada de su familiar, al tiempo que del estéreo de su camioneta blanca se escuchaban las coplas en inglés de The Beatles, con un popurrí Obladi Oblada-No Reply-In My Life-Strawberry Fields-All My Loving que irrumpía en el ambiente del panteón pachuqueño.

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Más arriba, algunos sepulcros celebraban la afición de los fallecidos. Algunas ondeaban la bandera del Pachuca, los difuntos fueron fieles hinchas Tuzos, “de la cuna al cajón” justo hoy que es su 129 aniversario.

También ondeaban en algunas tumbas, las banderas de la máquina celeste, como en una, donde toda una familia arreglaba y terminaba de pintar con los últimos toques de pintura el mausoleo de su familiar cruzazulino.

El padre de familia ponía tal esmero en el arreglo, acomodaba la bandera de Cruz Azul que ondeaba al fondo del panteón, que parecía decir a su familiar, “mira, al fin lo ha logrado”.

Panteón Municipal de Pachuca/Foto: Edgar Chávez

Un recorrido en los pasillos, entre capillas modestas hasta las más fastuosas, entre lápidas que casi son centenarias y otras más recientes con humildes cruces de metal y madera de los más de 100 mil pachuqueños que yacen en este lugar.

“Aquí donde la eternidad empieza, es polvo y nada la mundanal grandeza”, nos despide la placa en un monolito, mientras los encargados comentan que el día 2 de noviembre, esperan que llegue mucha más gente.


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