Cuando a Gabriela Figueroa —con 18 años de actuación en el Derecho Electoral— se le pregunta cuáles son las ventajas de la reforma judicial, afirma sin titubeos que, primera vez, se podrá decidir quienes decidirán, a su vez, sobre el patrimonio, la libertad o el ejercicio del voto ciudadano. Y eso no es poca cosa, aun cuando se pudieran hallar mejores vías para hacerlo. Pero que ahora, por hoy, y especialmente el próximo domingo, no haya ninguna otra forma.
—¿Y las desventajas? —se le pregunta.
Puedes leer: Por justicia visible y entendible se pronuncia Rubén Lara Patrón
Entonces, responde que el aparente desánimo social en cuanto a la jornada electoral, ese impulso de frenar la participación, esa idea de anular los votos o proponer la abstención, lo cual es contrario al sano ejercicio de los derechos y las responsabilidades.
—¿Derechos y responsabilidades?
—Sí —dice—, porque eso es el voto: un derecho, pero también un deber. Una responsabilidad de participar en aquello a lo que se tiene derecho.
Figueroa Salmerón es abogada por el ITAM, maestra en Derecho y en Derechos Humanos por la Universidad de Berkeley y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) México. Se ha desempeñado como secretaria auxiliar, secretaria de Estudio y Cuenta en las salas Superior y Regionales en la Ciudad de México, Xalapa y Guadalajara, de los tribunales electorales desde cuando esto era el Distrito Federal.
Ahora es candidata a magistrada de la Sala Regional CDMX, del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que atiende, además de la capital del país, a Hidalgo, Guerrero, Morelos, Puebla y Tlaxcala.
—Ante la elección del domingo, ¿cuáles son sus propuestas?
—Creo firmemente en una justicia que escuche a las personas, que sea cercana y que atienda la situación de cada individuo, y, sobre todo, que sea imparcial, por lo que se debe juzgar a partir de los hechos, no del origen o las creencias de nadie.
Te recomendamos: Una justicia cercana, inclusiva y digital, propone Eduardo Quezada
“Además, mi visión es una justicia de puertas abiertas, donde se escuche de primera mano a las personas que necesitan acudir a un tribunal. Yo juzgaré con perspectiva de género e interculturalidad, pensando especialmente en los grupos vulnerables. Propongo, además, realizar jornadas de información para que todas y todos conozcan sus derechos políticos, cómo ejercerlos y cómo protegerlos.
“Finalmente emplearé tecnologías nuevas para lograr que las sentencias sean comprensibles, claras y fáciles de entender”.
mho
Deja una respuesta