¡Que siempre no!, a unas horas de comparecer ante los diputados para manifestar el por qué quería ser procurador de justicia, el ex jefe de Gobierno de la CDMX, José Ramón Amieva Gálvez se bajó intempestivamente de la contienda que tiene como protagonistas a nueve aspirantes que buscan el cargo que dejó vacante desde el pasado 9 de agosto Raúl Arroyo González.
El fondo de la renuncia del alcalde mixquiahuelense será otro de los misterios que comienzan a enturbiar el proceso para buscar al nuevo procurador de justicia de Hidalgo, sin embargo, Amieva deslizó algunas razones y aunque no dio nombres, acusó “traición y mentira”, se lanzó contra aquellos “que buscan proteger sus intereses con actitudes malsanas, dividiendo y generando confusión”.
La dimisión de Amieva no debería sorprender, sobre todo si se analiza el contexto en que esta se dio, ya que previo al anuncio publico de su abdicación, el alcalde hidalguense fue objeto de una campaña mediática a través de redes sociales.
Primero fue el Comité Municipal de Morena en Mixquiahuala, quien cuestionó a Amieva por pretender buscar la Procuraduría de Justicia apenas ocho meses después de asumir la alcaldía de aquel municipio, por lo que le exigieron congruencia y retirar su postulación bajo el argumento de que en Morena “no se lucha por cargos, sino por principios”.
Respetar la decisión de los electores y terminar su periodo de alcalde para el que fue electo, pidieron sus compañeros al edil.
Bajo esta lógica, habrá que ver si estos morenistas piden lo mismo a otros presidentes municipales que están pensando en abandonar su cargo para aventurarse en la búsqueda de la candidatura al gobierno de Hidalgo, caso concreto las alcaldesas de Tizayuca y Actopan, Susana Ángeles y Tatiana Ángeles Moreno.
La presión mediática contra Amieva también incluyó la filtración de sus documentos personales como copia de su credencial de elector y su Curp, para acreditar que ni siquiera es nacido en Hidalgo, sino en la CDMX, por lo que no reunía los requisitos para ser procurador estatal.
La aspiración de Amieva, considerado un operador político eficaz que actuó de manera soterrada en el pasado proceso electoral para elegir presidentes municipales, hizo mucho ruido, sobre todo por los adeptos que podría alcanzar en el Congreso local donde su partido tiene mayoría, por lo que una terna final sin su nombre, generaría un conflicto innecesario poniendo en duda un procedimiento que tratan de cubrir con el manto de la legalidad.
Por ello, no resulta descabellada la idea de que el alcalde de Mixquiahuala no se bajó de la contienda, sino que lo bajaron a punta de flechazos mediáticos.
Por ahora, queda libre el camino para los aspirantes oficialistas que se registraron para el cargo, entre ellos el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH), Alejandro Habib Nicolás; la secretaria del Trabajo María de los Angeles Eguiluz Tapia y el magistrado del Tribunal de Justicia Administrativa Iram Zúñiga Pérez.
@AlexGalvezQ
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