El Faro
Este 2025 será difícil ante la llegada del próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que se convertirá en un obstáculo para nuestro crecimiento económico. Pero la amenaza podría enseñarnos a encontrar otros senderos para nuestra economía.
El riesgo más tangible del trumpismo está en la eventual imposición de aranceles de hasta 100% a las importaciones mexicanas, lo que podría reducir el consumo y demanda de productos nacionales en el vecino país del norte.
Entre los sectores más afectados estaría el automotriz y el manufacturero, que desde hace más de 30 años que se firmó el primer tratado de libre comercio se han vinculado gracias a las ventajas competitivas que cada país tiene.
Bajo esa circunstancia es que Hidalgo podría verse afectado, en particular la zona industrial de Ciudad Sahagún, que se ha ido especializando en el sector automotriz y transporte y que exporta buena parte de su producción.
Especialistas consultados por este diario explicaron que la alternativa al escenario adverso que se viene es diversificar el mercado y aprovechar los tratados de libre comercio que tiene México con otros bloques económicos, como el que tenemos con la Unión Europea.
Pero otra vía para torear a Donald Trump y su gobierno es fortalecer el mercado interno. Una estrategia que ha funcionado en otros tiempos es la sustitución de importaciones, que entre las décadas de 1940 y 1970 llevó a México al impulso de la industria nacional, en sectores como el manufacturero, textil, automotriz, y de bienes de consumo.
Fue en este periodo cuando se habló a nivel internacional del “Milagro Mexicano”, debido a que nuestro país alcanzó un crecimiento del PIB de 6% en promedio.
Ante el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, voltear a ver al mercado interno no es mala idea. Y en ese escenario, el sector gubernamental es un motor que puede dinamizar a la economía.
En el caso de Hidalgo, las empresas establecidas en la zona industrial de Ciudad Sahagún pueden y deben luchar por ser proveedores de los proyectos del gobierno de Claudia Sheinbaum, quien tiene el objetivo de resucitar el sistema ferroviario de nuestro país.
Los empresarios locales, a través del presidente del Consejo Coordinador Empresarial en Hidalgo (CCEH), Alejandro Sánchez Ramírez, ya levantaron la mano para ser tomados en cuenta como proveedores del proyecto del tren AIFA-Pachuca, e hicieron patente que tienen capacidad para satisfacer la demanda de productos especializados como terraplenes, vías, carriles, durmientes, e incluso vagones.
La máxima nos dice que las crisis traen consigo oportunidades, y la tormenta que se avecina con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos podría ser una ventana para la diversificación comercial de México.
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