La resaca es el conjunto de síntomas presentes después de ingerir una cantidad considerable de alcohol.
Fatiga, debilidad, sed, dolores musculares y de cabeza, náuseas, vómito, aumento en la sensibilidad a la luz y sonidos, son algunos síntomas recurrentes.
Si bien estas molestias son desagradables, en la mayoría de los casos desaparecen solos, en un periodo que puede durar hasta 24 horas.
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Algunas de las formas más comunes y accesibles se tienen al alcance en casa.
Para aminorar estos malestares, beber agua es una manera rápida de ayudar al organismo, ya que permite rehidratar tu cuerpo.
Dormir y descansar ayuda a recuperar energía, mejora el humor y el aspecto físico.
Tomar alimentos con vitamina B12 y vitamina C ayudan al hígado a metabolizar el alcohol y eliminarlo a través de la orina.
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Evitar consumir grasa, picante y café para no irritar aún más el estómago.
Otra manera para ayudar al cuerpo a recuperarse es tomar un analgésico, que permite quitar el dolor de cabeza y las molestias de una forma rápida.
Sin embargo, la forma más eficiente para evitar la resaca es prevenir. Beber con moderación, comer antes y durante la ingesta, tomar agua y consumir menos alcohol, así como beber menos cantidades de bebidas alcohólicas, ayudarás a tu cuerpo a disfrutar las fiestas sin malestares.
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