Fomentar una cultura de paz e igualdad desde el aula es indispensable en la lucha por erradicar la violencia contra las mujeres y las niñas, pues las instituciones educativas tienen la capacidad de sensibilizar y movilizar en el tema.
Afortunadamente actuar en el Día Naranja es más recurrente, esta conmemoración busca llamar a la opinión pública y a los gobiernos para emprender acciones concretas con el fin de promover y fomentar la cultura de la no violencia hacia el género femenino.
El 25 de noviembre es el Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres decretado por ONU en 1999, es un recordatorio al respeto del género femenino que se ha extendido al 25 de cada mes para sumar esfuerzos y actuaciones.
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Es común en alusión a este día, portar una prenda de naranja o algún distintivo del mismo color y realizar acciones relacionadas a la prevención de la violencia en cualquiera de sus formas contra niñas y mujeres en escuelas, oficinas, hogares y espacios públicos.
Sin duda, prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas es responsabilidad de todos, el camino aún es largo, pues los índices de violencia hacia el género femenino van tomando nuevos y desafortunados matices; la violencia contra las mujeres y las niñas tiene consecuencias físicas, sexuales, psicológicas e incluso mortales.
Para la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la violencia y la amenaza de violencia contra las mujeres es más extendida, porque viola derechos humanos, socava el desarrollo de los países, genera inestabilidad en las sociedades e impide el progreso hacia la justicia y la paz.
A la par de la lucha para prevenir y erradicar la violencia, también se busca el empoderamiento y paridad para las féminas, de acuerdo con el Informe Mundial sobre la Brecha de Género 2025 del Foro Económico Mundial, harán falta 123 años para alcanzar la paridad de género.
En este informe aplicado en 148 países se miden cuatro brechas de género: salud y supervivencia, logros educativos; participación y oportunidades económicas; y, empoderamiento político.
De acuerdo con este estudio, la brecha de género global se ha cerrado en un 68,8 %, con una reducción de 0,3 puntos porcentuales respecto a 2024; la participación económica y el empoderamiento político de las mujeres son las áreas donde la brecha es más significativa y el progreso es más lento.
Por decimosexto año consecutivo, Islandia es el mejor posicionado con el 92,6% de la brecha cerrada, Europa vuelve a dominar el top 10 con Finlandia y Noruega al frente; y, respecto a los países latinoamericanos Nicaragua, Chile y México ocupan los lugares 18, 22 y 23 respectivamente.
El día naranja debe conmemorarse todos los días, en todos los escenarios de nuestra vida personal, profesional o social; no puede quedar en el discurso, debe ser parte de nuestro actuar para que el sueño de poner fin a la violencia hacia las mujeres y lograr su empoderamiento esté cerca de ser una realidad.
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