Adán y los optimistas

Quienes tratan de minimizar la visita de Adán Augusto López Hernández a la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) difunden la versión de que la cortesía del aspirante a encabezar la defensa de la Cuarta Transformación, no cedió nada y que el Clan de Gerardo Sosa Castelán no consiguió menos, porque el proceso penal por delincuencia organizada y operaciones de recursos de procedencia ilícita no se cancelará, se equivocan.

El encuentro fue para agradecerle al ex secretario de Gobernación su intervención para que se le concediera la prisión domiciliaria al de Acaxochitlán es decir el Clan Sosa logró beneficios directos y concretos; si ya se olvidó les descongelaron los 51 millones de dólares y el jefe ya no está en la prisión de alta seguridad del altiplano y opera políticamente en forma directa para mantener el control de su fuente de poder: la UAEH.

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Más grave es que nadie cuestionó que en aras de intereses de grupo se vulnere la autonomía universitaria al ponerla al servicio del proyecto político de una persona y de un partido político, lo que marca la pérdida de escrúpulos que ni en los momentos de mayor fuerza del grupo de atrevieron a adoptar, porque le daba legitimidad, como cuando se los pidió el gobernador Adolfo Lugo Verduzco.

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En 1988 el rector Juan Manuel Menes Llaguno fue enviado a solicitarle a Adolfo Lugo posiciones para el Grupo Universidad, la respuesta del gobernador fue que lo haría si públicamente declaraban priista a la universidad, lo que no sucedió en cambio ahora la visita de un aspirante presidencial de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) implícitamente hace a la UAEH morenista, claro sin la aprobación de su comunidad.