A cinco generaciones para la paridad de género

Afortunadamente actuar en el Día Naranja es más recurrente, esta conmemoración busca movilizar a la opinión pública y a los gobiernos para emprender acciones concretas con el fin de promover y fomentar la cultura de la no violencia hacia el género femenino.

Es común en alusión a este día, portar una prenda de naranja o algún distintivo del mismo color y realizar acciones relacionadas a la prevención de la violencia en cualquiera de sus formas contra niñas y mujeres en escuelas, oficinas, hogares y espacios públicos.

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El tema da para mucho, el prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas es responsabilidad de todos, aunque hay más consciencia y actuación en ello no es suficiente, el camino aún es largo, pues los índices de violencia hacia el género femenino van tomando nuevos y desafortunados matices; la violencia contra las mujeres y las niñas tiene consecuencias físicas, sexuales, psicológicas e incluso mortales.

Para la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la violencia y la amenaza de violencia contra las mujeres es más extendida, porque viola derechos humanos, socava el desarrollo de los países, genera inestabilidad en las sociedades e impide el progreso hacia la justicia y la paz.

Los números son aterradores, datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), señalan que cada año se asesinan a 64 mil mujeres y niñas en todo el mundo, y en América Latina el promedio indica 11 feminicidios por día; en México se registraron 852 en 2023.

A la par de la lucha para prevenir y erradicar la violencia, también se busca el empoderamiento y paridad para las féminas, de acuerdo con el Informe Mundial sobre la Brecha de Género 2024 del Foro Económico Mundial, harán falta 134 años para alcanzar la paridad de género, es decir, cinco generaciones más.

En este informe aplicado en 146 países se miden cuatro brechas de género: salud y supervivencia, que es la más cerrada; le sigue logros educativos; continúa con participación y oportunidades económicas; y, empoderamiento político, que es la que más ha avanzado.

De acuerdo con este estudio los países europeos superan el índice ocupando siete de los diez primeros lugares; México ocupa el lugar 33 de 146 y para este año, cayó un escaño en la región de América Latina y el Caribe; en comparación con el mismo estudio, pero de 2023, para este año nuestro país no presenta mejoras significativas.

Por esto debe existir el Día Naranja, es un recordatorio al respeto del género femenino, el 25 de noviembre es el Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres decretado por ONU en 1999, que se ha extendido al 25 de cada mes para sumar esfuerzos y actuaciones.

Debería conmemorarse todos los días desde casa, en los espacios laborales, en la calle, escuelas y en cualquier rincón de convivencia, el día naranja no puede quedar en el discurso, debe ser parte de nuestro actuar, de lo cotidiano y escalarlo a cualquier esfera para que el sueño de poner fin a la violencia hacia las mujeres y más aún, lograr su empoderamiento y paridad, esté cerca de ser una realidad.