Una nueva tragedia sacudió a Hidalgo y puso a prueba el sistema de protección civil, a los cuerpos de seguridad, la reacción de las autoridades de los tres niveles de gobierno, y una vez más sacó a relucir esa hermandad que caracteriza a los mexicanos.
Las pérdidas económicas son millonarias y tan solo en Tula de Allende alcanzarían los 6 mil millones de pesos, de acuerdo con lo dicho por el presidente municipal, Manuel Hernández Badillo.
Sugerimos: Decepción y malestar social
La catástrofe pluvial que originó el desbordamiento del río Tula lamentablemente también le arrebató la vida a 17 pacientes de la clínica del IMSS en Tula y en medio de la reconstrucción sigue la lluvia pero de acusaciones entre autoridades gubernamentales quienes ven más cómodo repartir culpas que asumir responsabilidades.
La Procuraduría General de Justicia de Hidalgo inició una carpeta de investigación por los actos a los que haya lugar en lo posterior, derivado de la muerte de 15 de los 17 pacientes del hospital del IMSS de Tula de Allende.
A pesar de las declaraciones del director del IMSS, Zoé Robledo, quien insiste que nadie les avisó del grave riesgo que corría Tula de Allende antes del desbordamiento del río, no hay un solo funcionario que esté enfrentando una investigación seria.
También recomendamos: La noche de los relámpagos
Solo la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH) inició una queja de oficio para verificar si detrás de las inundaciones en Tula de Allende, existió negligencia por parte de la Dirección de Protección Civil de aquel municipio y por parte de la Subsecretaría de Protección Civil y Gestión de Riesgos de Hidalgo que encabeza Enrique Padilla Hernández.
Sin embargo, dicha investigación huele a tibieza por parte de la autoridad, pues la CDHEH ni siquiera es un órgano sancionador y como reza el dicho popular sus recomendaciones “son como un llamado a misa”.
Por ello, cómo confiar en el dictamen que emita la CDHEH, institución que no sólo carece de autonomía, sino que ha servido como una herramienta de enroques de funcionarios estatales que se ordenan desde el Poder Ejecutivo.
Tras la catástrofe del río Tula, Hidalgo quedó empapado de desastre y tristeza, se habla de más de 70 mil damnificados y 17 muertos. Hoy, toca la reconstrucción.
@AlexGalvezQ
Deja una respuesta