GARLITO
El fervor patrio en nuestro país, siempre se exalta en el mes de septiembre, sentimiento que debería existir todo el año, pero al ser la nuestra una cultura tradicionalista, pareciera que recordamos ser mexicanos solo en momentos difíciles y cuando se acerca el Grito de Independencia, volvemos a rememorar aquellas mujeres y hombres, que sin saber bien hacia donde se dirigían, construyeron una nación, que no era precisamente los sueños de Hidalgo o Morelos, nuestra independencia la terminaron otras propuestas, con mayor visión que la de aquellos Insurgentes.
TRICOLOR
No por ser la nuestra, sino porque en realidad lo es, la Bandera de México es la más hermosa de todas, el significado de sus colores y el Escudo Nacional, nos regresa al origen de una aventura que aún hoy no termina, porque la independencia de un país, se ejerce todos los días y no solo como pretexto para la fiesta, el grito, la comida y los adornos, la Independencia es mucho más que eso; sin embargo en la cultura popular y en la artesanía nacional, los adornos patrios son una costumbre que marca nuestras vidas, un septiembre sin el colorido de nuestro estandarte, simplemente no es septiembre.
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Difíciles momentos vive nuestro país y estado, no hay un gran ambiente para realizar fiestas, la pandemia que no cesa, los fenómenos climáticos no dejan mucho espacio para la celebración, tenemos que reconstruir nuevamente y debemos protegernos, no es tiempo de vestir nuestras calle de adornos patrios y si urge atender las necesidades de damnificados o disminuir la pobreza e ignorancia, apartados que si lográramos eliminarlos, seríamos verdaderamente independientes y felices, falta mucho por concretar nuestra Independencia como fue soñada por todos nuestros patriotas, los oficiales y los anónimos.
Entre juguetes, artesanía y artículos muy mexicanos, los llamados adornos patrios como todo, se transforma y nuevas figuras y elementos surgen desechando otros que si tienen tradición y que están en peligro de extinción; la invasión china en su afán de apoderarse de todo y ante gobiernos débiles, hoy estas fechas están paradójicamente llenas de artículos no elaborados en nuestro país, afectando severamente a los artesanos y su economía pero igual transformando una costumbre que era muy mexicana.
ESCUDO
Una artesanía que no mexicana pero su colorido tricolor, lo hacía indispensable en estas fechas, era el rehilete, movido por el viento, cuando gira el caleidoscopio que se forma, era la máxima diversión infantil, hipnótico su efecto llenaba los ojos de los infantes en un juego inocente y hermoso; las matracas, no exclusivas de esta época, es una artefacto hecho para escandalizar y mientras más molestaba a los adultos, niñas y niños daban vuelta y vuelta a la manivela para generar el mayo escandalo posible, al igual que los silbatos y aquellas cornetitas que toda la noche del 15 de septiembre se escuchaban hasta el amanecer.
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Las banderitas antiguamente elaboradas en el Estado de México, hoy provenientes del país asiático más poderoso, su tela y su concepto es distinto, colocar banderitas en las casas en las calles, era la alegría de todos, la venta de estos artículos se desploma, si por la situación económica pero lamentablemente porque esta tradición se pierde, quizá porque exalta un nacionalismo que no agrada a los globalizadores; septiembre sin el colorido tricolor, es triste quizás como el de este año, nos duele México y ver nuestro pendón agitarse por el aire y gritar Viva México, cimbra a todo mexicano bien nacido.
Los puestos callejeros de estos artículos patrios, la tradición de vestir nuestra casa y calles con banderas se pierde, cultura popular que depende del concepto que cada uno tiene de ser mexicano; patrioterismo podrían decir, nacionalismo y tradición dicen otros, ser mexicano no es solo eso, es no traicionar a nuestras Patria ni a nuestro Pueblo; nos queda el orgullo de ser una nación en eterna construcción tener una lucha de Independencia que nunca terminará, nos acechan muchos peligros; felices fiestas patrias, quienes las puedan tener; ¡Viva México¡.
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