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Ha llegado a su final la 16ª edición de los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, que como cada 4 años (5 en esta ocasión) trajo historias que siempre nos dejan grandes enseñanzas de resiliencia, fe, esfuerzo, ejemplos de vida que permiten darnos cuenta que más allá de las dificultades siempre hay más de un camino para lograr las metas y sueños, esos para los que nuestros deportistas paralímpicos han tenido que luchar a lo largo de muchos años para conquistarlos y consagrarse como medallistas durante la justa en la capital nipona.
22 fueron los metales conseguidos: 7 oros, 2 platas y 13 bronces, con los que México se ha consolidado en el 19º sitio del medallero, como segunda potencia latinoamericana, solo por detrás de Brasil, que ocupó el 7º lugar con 71 medallas, y tercera potencia del continente, también por debajo de los Estados Unidos, que se instaló en el 4º peldaño de la siembra con 101 preseas.
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Esta actuación superó lo hecho en Río 2016 con 15 medallas, las 20 de Beijing 2008 y las 21 de Londres 2012; sin embargo, aún se quedó lejos de las mejores actuaciones de este siglo: las 34 conseguidas en Sidney 2000 y Atenas 2004, pero que deja un gran sabor de boca para todos los que amamos a nuestro país, el deporte y el espíritu del olimpismo.
22 preseas y 16 medallistas en un representativo mexicano conformado por 60 atletas en 11 disciplinas se traduce en un alto porcentaje de éxito. El reconocimiento por el esfuerzo y es general, pero menció aparte merecen los nadadores Jesús Hernández (1 oro en 150 m individual combinado SM3 y 2 bronces en 50 m pecho SB2 y 200 m libres S3) con las que llegó a 4 metales en sus participaciones; y el abanderado nacional Diego López (3 medallas: 1 oro en 50 m libres S3, 1 plata en 200 m libres S3 y 1 bronce en 50 m dorso S3).
Un total de 10 medallas fueron obtenidas en la alberca, además de ellos dos, también obtuvieron preseas: el multimedallista José Arnulfo Castorena (oro en 50 m pecho SB2) con la que alcanzó 6 preseas; Nely Miranda (bronce en 50 m pecho SB3) para llegar a 4; Fabiola Ramírez (bronce en 100 m dorso S2) que significó la primera en estos juegos para México; y Ángel de Jesús Camacho (bronce en 50 m dorso S4) que obtuvo su primera presea olímpica a los 16 años.
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El atletismo fue la segunda mejor disciplina en brindar recompensas con 8: 2 oros, para Mónica Rodríguez (1500 m T11) y José Rodolfo Chessani (400 m T38); 1 plata para Gloria Zarza (lanzamiento de bala F54), y 5 bronces: los segundos en paralímpicos para Rebeca Valenzuela (lanzamiento de bala F12) y Leonardo de Jesús Pérez (100 m T52); y los primeros para Rosa Carolina Castro (lanzamiento de disco F38), Rosa María Guerrero (lanzamiento de disco F55) y Juan Pablo Cervantes (100 m T54).
Las otras 4 medallas fueron conseguidas por Juan Diego García (oro en Taekwondo -75 kg); otro metal áureo en levantamiento de potencia para la multimedallista Amalia Pérez (-61 kg) con el que sumó su sexta presea sin fallar desde Sidney 2000; y 2 bronces más en judo para Lenia Ruvalcaba (70 kg) con el que suma su segunda medalla; y Eduardo Ávila (-81 kg) con la que suma 4 galardones (2 oros y 2 bronces) desde Beijing 2008.
Esta actuación de México en los Juegos Paralímpicos quedará en los registros por el extraordinario cierre de la delegación, que puso todo su esfuerzo para llegar a la histórica cantidad de 310 medallas: 104 de oro, 92 de plata y 114 de bronce.
¡Sinceramente, queridos lectores de ‘Epopeyas… de hidalgos, heroínas y otras gestas deportivas’ fue un placer escribir de tan extarordinarias noticias para el deporte paralímpico de nuestro país!
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