La educación no es preparación para la vida, la educación es la vida en sí misma.
John Dewey
Durante el confinamiento y con la escuela desde casa la pregunta más recurrente que hacen los alumnos es ¿Cuándo regresamos a la escuela? refiriéndose a estar de nueva cuenta en las aulas, apoderándose de su ambiente escolar y siendo estudiantes a plenitud, interrogante para la cual durante mucho tiempo no hubo respuesta.
Y es que la gran mayoría de los estudiantes a cualquier nivel, hace de la escuela no solo su centro de aprendizaje, sino que representa su lugar de convivencia, su espacio personal, donde están sus amigos, actividades, ilusiones y donde el ambiente escolar permite la construcción de redes que en gran medida nos definen en lo personal y lo profesional.
Esta semana escuchamos de voz de los secretarios de salud y educación en el estado de Hidalgo la situación que guarda la pandemia en la entidad y como se desarrollará el regreso presencial a clases, se anunció que solo los 15 municipios que están en semáforo epidemiológico verde realizarán un regreso voluntario a clases en todos los niveles a partir del próximo 30 de agosto.
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El regreso a clases presenciales será voluntario, escalonado, con aforos reducidos y garantizando las medidas de seguridad sanitarias, se observa una estrategia diseñada para cubrir protocolos de salud en los centros educativos como lo es la operación del Comité Participativo de Salud Escolar, acceso a agua y jabón, cuidado de maestras y maestros en grupos de riesgo, uso de cubrebocas obligatorio, mantener la sana distancia sugerida de por lo menos metro y medio de persona a persona, maximizar el uso de espacios abiertos, suspensión de cualquier tipo de ceremonias o reuniones así como intensificar la detección temprana y apoyo socioemocional para docentes y estudiantes, entre otros.
Después de un año cinco meses del cierre de escuelas, la economía para muchos sectores está devastada y la desesperación se manifiesta de muchas formas, no podemos perder de vista que los centros educativos son per se, detonadores de desarrollo, alrededor de ellos florece el comercio, se intensifica el uso del transporte público, se mueve el rubro de alimentos y bebidas, papelerías, gasolineras, infraestructura y otros más cuando los estudiantes están en el aula.
Pero no todo es lo económico, en esta etapa la parte emocional del estudiantado se ha visto fuertemente golpeada, han incrementado los índices de violencia intrafamiliar, depresión y suicidio entre otros, el aprovechamiento escolar también se ha visto vulnerado y por ello poco a poco se pretende reintegrarnos a una realidad nueva que también nos llena de retos.
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El anuncio da un respiro para muchos que esperaban el regreso y plantea interrogantes para otros que se manifiestan no convencidos del retorno a las aulas esgrimiendo sus razones, algo que supone tranquilidad para quienes regresan, es la anunciada supervisión y evaluación permanente de los centros educativos por las autoridades correspondientes y la posibilidad de replanteamiento si es necesario.
Sin duda la educación juega un papel transcendental en el desarrollo de una sociedad y brindar educación no sólo es responsabilidad del docente, también es responsabilidad política del estado, en medio de esta pandemia, son las autoridades quienes tienen el pulso para diseñar y poner en marcha la estrategia de regreso a las aulas, la otra mitad es responsabilidad social, conciencia colectiva y cuidado individual, en esta lucha contra el COVID vamos juntos.
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