Carlos Sevilla Solórzano

Una real solidaridad

No es usual que a la muerte de un destacado político se sumen manifestaciones de sincero pesar, no solo de quienes fueron sus compañeros de partido, sino de otros ideológicamente diferentes.

Eso ocurrió con René Juárez Cisneros, coordinador de legisladores priistas, y ex gobernador de Guerrero, posición que obtuvo superando al controvertido Félix Salgado Macedonio. Fue uno de muchos otros cargos que desempeñó.

Falleció el lunes 26 de julio pasado, víctima de secuelas del Covid que lo había afectado desde el 21 de abril. Su convalecencia fue larga, algo más de tres meses, que al final lo venció.

Vivió en la colonia La Laja, en Acapulco, y cuando niño trabajó como mesero. Supo ganarse la vida

Delgado, de personalidad idónea a su forma de expresarse, conciso, directo, a veces tal vez demasiado serio, su desaparición fue sentida.

Andrés Manuel López Obrador escribió. “Envío mi más sentido pésame a los familiares y amigos de René Juárez Cisneros, exgobernador de Guerrero y diputado federal, fuimos adversarios pero no enemigos”.

El coordinador del PAN  en el Congreso, Juan Carlos Romero Hicks, citó: “Amanecemos con la tiste noticia del fallecimiento y compañero René Juárez Cisneros”.

A su vez, Dulce María Sauri, destacada priista, refirió: “René Juárez Cisneros, como muchos mexicanos, ha perdido la vida  contra el Covid-19. Se va un gran hombre que supo imprimir a la vida pública integridad y valentía”.

Fueron múltiples las esquelas que se publicaron, pero en una en especial, aparecen en calidad de firmantes, personajes de otros tiempos políticos, quienes igualmente externaron sentidas condolencias.

Entre ellos, algunos frescos en la memoria: Adolfo Lugo Verduzco, Jorge de la Vega Domínguez, Fernando Ortiz Arana, Roberto Madrazo Pintado, Humberto Roque Villanueva, Mariano Palacios Alcocer, Beatriz Paredes, Pedro Joaquín Coldwell, César Camacho Quiroz, Manlio Fabio Beltrones, Enrique Ochoa y Claudia Ruiz Massieu, para mencionar a algunos.

Almirante muy preciso

El mismo día en que apareció la desafortunada noticia del deceso de Juárez Cisneros, se divulgó una no esperada declaración del secretario de Marina, José Rafael Ojeda Durán.

En Veracruz expresó que en México se carece de servidores públicos honestos, pues hay una alta corrupción.

También indicó, en el entorno del presidente López Obrador y del Museo Naval, que a diferencia de otras instituciones públicas, las Fuerzas Armadas no pueden darse el lujo de tener malos elementos, por lo que si un marino o soldado lleva a cabo alguna falta es castigado”

No identificó ni oficinas o responsabilidades; ningún nombre, pero se infiere que en el marco de los que cotidianamente se reúnen con el Presidente, es de los de mucho fiar.

Luego, textual, también apuntó: “A través de nuestras escuelas, La Heroica Escuela Naval y el Heroico Colegio Militar, creamos mujeres y hombres, con valores, con principios, personal que tiene una ética profesional, que sabe que debe tomar un rumbo, un camino por las conductas que les van a producir a ellos una vida profesional plena no meterse en problemas. Tenemos, sí, jóvenes que salen y que toman otro rumbo, pero son castigados”.


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