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De griegos, romanos y la Consulta Popular

La historia, comprendida como la disciplina que estudia y narra acontecimientos del pasado, nos permite conocer algunos momentos claves de la vida humana. Hay consenso en torno a que la aparición del Homo Sapiens, sucedió hace aproximadamente 200, 000 años y que durante la inmensa mayoría de su existencia vivió de manera nómada, en grupos muy pequeños que poco a poco se fueron extendiendo por el planeta. Fue hace apenas unos 12, 000 años que inició el proceso de sedentarización, proceso que se dinamizó con la primera revolución agrícola caracterizada por la domesticación paulatina de plantas y animales; así, en el transcurso de varios milenios fueron creciendo los asentamientos humanos. Se registra que hace apenas 4,500 años se fundó el primer gran imperio, el Acadio, después surgieron los mega imperios como el Han en China, y en occidente el Asirio, el Babilónico, el Persa y el Romano, entre otros.

En esos milenios se fueron construyendo diversas formas de organización social y de gobierno, mismas que conviene analizar siempre en su contexto histórico, pues cada una de ellas es hija de su tiempo. A la sociedad griega, debemos los primeros conceptos de la ficción llamada democracia, en la que sus aproximadamente sus veinte mil ciudadanos participaban activamente en la toma de decisiones que afectaban la vida en común, un gran avance en la construcción social, sin olvidar que sus mujeres y sus cientos de miles de esclavos quedaban al margen de cualquier participación; su cultura Helénica, tuvo un gran impacto en los territorios conquistados siendo el imperio Romano el mayor ejemplo de la adopción de la cultura y civilización griega.

El gran imperio Romano inicia su gestación cuando en el siglo VIII A.C.  su funda la ciudad de Roma, un pequeño pueblo de pastores y rebaños. Acosados frecuentemente por grupos indo-europeos que intentan invadirlos, algunas veces con éxito, aprenden a organizarse para defenderse y sobrevivir. Al tiempo que se van fortaleciendo, Italia es un mosaico de pueblos con diferentes idiomas influenciados sobre todo por las civilizaciones etrusca, griega y efesa. Son los etruscos, refugiados en el Tiber, quienes más se mezclan con los romanos y juntos construyen una verdadera ciudad, son ellos quienes llevan a Roma la construcción con piedra, los desagües de aguas negras, los muros de defensa de la ciudad y construyen los primeros templos. Son ellos quienes modifican las instituciones romanas, mejoran la administración pública y creando el Senado. En un proceso de varios cientos de años construyen todo un sistema político: la República, misma que incluye las asambleas populares o comicios, el Senado, los magistrados, los dos cónsules simultáneos, los pretores, ediles, administradores del tesoro y el tribunal de la plebe, entre otras figuras. Roma vive un gran proceso de expansión convirtiéndose en el mayor imperio de su época con mas de 40 millones de súbditos y vivió el nacimiento, la gloria y la muerte de la República. En sus estertores de muerte, Marco Antonio y Octavio se dividen el territorio del imperio, en unos años rompen totalmente; marco Antonio junto a Cleopatra se refugia en Alejandría y terminan por suicidarse. Octavio vuelve a cambiar de nombre, ahora se llama Augusto, promete que regresará la República, se nombra rey e inicia una monarquía que durará 500 años. Viene después la edad media, la modernidad y el mundo contemporáneo.

Muy larga y llena de luces y sombras es la historia humana. En el presente, México, nuestro País, se asume como una democracia; el pasado domingo 1 de agosto se realizó una llamada “consulta popular”, un ejercicio inédito entre nosotros. Más allá del tema y del numero de participantes, lo que realmente importa, desde mi punto de vista, es el inicio de una ruta que si llega a consolidarse, dará vida a una etapa superior de participación ciudadana que trascienda la democracia meramente electoral y fomente la participación popular en todos los asuntos públicos.


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