Así es la realidad de las mujeres que pertenecen a las Rastreadoras del Fuerte; esposas, madres, hijas o hermanas que buscan recuperar, al menos, un pequeño resto de sus familiares desaparecidos.
Denisse Pohls vivió en carne propia cada desvelo, atestiguó lágrimas y las amenazas de muerte hacia estas guerreras de Sinaloa y, tras varios meses del 2019 de integrarse como voluntaria al grupo de búsqueda, escribió el libro Hasta encontrarte, donde refleja el dolor y misión de las almas que penan en vida rogando hallar una esperanza.
Aunque Pohls no quiere tomar el protagonismo, es imposible dejar a un lado su experiencia. Ella escarbó en esas zonas áridas buscando esos tesoros, ayudando a tratar de darle paz a una de esas mujeres y esos restos que necesitan una sepultura digna.
“Esta historia no es mía, solo quiero reflejar a las verdaderas protagonistas, a las mujeres que viven en el limbo y en la desesperanza de ir a una búsqueda y no encontrar nada.
“Es un esfuerzo físico y mental tremendo, mucha ilusión de llegar a ese lugar donde creen que hay restos, donde esperan encontrar sus tesoros, un hueso, una tela… y después de tanto trabajo, no hallan nada, las ves desmoronarse; es el momento en el que todas se unen en ese dolor”, detalla la poeta.
Una historia de no ficción de Mirna Medina, fundadora de Las Rastreadoras del Fuerte, quien con sus propias manos desenterró los huesos de su hijo desaparecido y desde hace 10 años, junto con el colectivo, ha hallado más de 200 “tesoros”.
En cada página de Hasta encontrarte va relatando esos momentos de cada una de Las Rastreadoras, da sus testimonios, aunque cambia nombres para cuidarlas, plasma cómo recorren sitios inhóspitos entre desiertos o basureros ilegales para hurgar la tierra con machetes y palas.
No se cansarán de buscar porque las autoridades no lo hacen, las han abandonado a su suerte e incluso llegan a obstaculizar su trabajo.
“Es un libro en el que debe quedar asentado que las desapariciones forzadas no pueden ser vistas en esta zona como algo normal, porque durante mi investigación parece que es así, los medios, todos ven que desparecen personas y como si nada, te das cuenta de que estamos en una sociedad rota”, comentó la periodista, buzo y artista.
Cada recorrido dejó una marca en la vida de la escritora, le cambió la vida y le dio una nueva familia.
“Las vi sufrir, ellas ya no tienen nada que perder y te lo dicen, esta búsqueda es lo que le da sentido a su vida, quieren despedirse de su marido, de su hijo, el padre o el hermano.
“Te quiebras cuando las ves escarbar y cómo ese deseo por hallar un tesoro. Una ocasión vieron parte de un suéter y una de ellas aseguraba que estaba envolviendo un cráneo, pero ya habían visto que era una piedra y la mujer no lo quería ver así, se empeñaba en decir que era un cráneo”, recordó.
Denisse Pohls espera que los lectores sean empáticos con Las Rastreadoras, que ellas despierten ese lado humano que hace falta para erradicar la violencia en el país.
Por Alejandro Baillet
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