YOLANDA

El acceso a derecho laborales para personas LGBTTTIQ+

Al principio de este mes empresas, instituciones, bancos, negocios, tiendas, marcas, hasta los partidos políticos y asociaciones civiles se dieron a la tarea de colgar banderas del arcoíris, tanto en físico como en redes sociales, para visibilizar su presunta alianza e interés por los derechos de la comunidad LGBT+. Sin embargo, este interés parece tener más fines de mercadotecnia, es decir presentarse como instituciones socialmente responsables para atraer clientes, que un compromiso real. Y es que una de las deudas pendientes es el reconocimiento de nuestrx derecho al trabajo.  

Aunque la Constitución, la Ley Federal del Trabajo, e incluso la Norma Oficial Mexicana NMX-R-025-SCFI-2015, que creó un mecanismo para erradicar la discriminación en el trabajo, aún no hemos logrado una verdadera inclusión

Los datos sobre discriminación laboral LGBT+ son escasos, pero el hecho de que no existan no debe de ser motivo de invisibilización. En realidad, tendría que preocuparnos porque habla de una falta de acercamiento a las autoridades para la búsqueda de justicia y no nos da claridad de como se ve esta violencia. Sin embargo, sí podemos enunciar varias de las problemáticas que enfrentamos a través de las denuncias mediáticas.

Por ello podemos encontrar que las personas trans tienen dificultades para encontrar trabajos formales debido a que, al no contar con documentos legales que reconozcan su identidad, prefieren trabajos informales para no ser revictimizadxs. Quienes ya se encuentran en un empleo y transicionan sufren de hostigamiento en el cual se les sigue nombrando erróneamente.

De acuerdo con la OCDE, en una entrevista de trabajo es 50% probable que una persona homosexual no sea contratada si quien le entrevista es una persona heterosexual.

El acoso y hostigamiento sexual laboral es una de las situaciones que mujeres lesbianas, bisexuales, y trans viven en sus trabajos ya sea por sus empleadores, compañerxs de trabajo e incluso clientes.

Muchas de las empresas e instituciones que hoy en día celebrarán el orgullo, tienen denuncias de discriminación por orientación e identidad sexual por parte de sus trabajadores y peor aún: por parte de las personas que solicitan sus servicios.

No olvidemos que hace unos meses hubo un caso de discriminación por misoginia, lesbo y transfobia en el tuzobus. Que la CDHEH no ha emitido ninguna recomendación jamás sobre este tema. Que las parejas lesbomaternales aún tienen que presentar amparos para registrar a sus hijxs. Que bancos, afores, y empresas no quieren brindarnos sus servicios.

Espero que un día todas estas instituciones que cuelgan banderas, pongan el ejemplo haciendo políticas incluyentes, procesos de reclutamiento libres de discriminación, mecanismos de sanción y capacitación a sus trabajadorxs para erradicar de lleno la violencia que día a día tenemos que enfrentar.


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