El Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y Biofobia, fue proclamado por la Organización Mundial de la Salud para rememorar el día que se eliminó la homosexualidad de la lista de trastornos mentales, con el fin de erradicar la discriminación contra la comunidad LGBTTTIQ.
Por ello, conmemorar el 17 de mayo de 1990, es la expresión de respeto de una sociedad, en la que se acepta la pluralidad y se reconocen los derechos de las personas, independientemente de su orientación sexual e identidad de género.
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En entrevista para la Jornada Hidalgo, Luis Edgar Chan Andrade, licenciado en Mercadotecnia, nos hace partícipes en su experiencia, vida que, como muchas más, representa la diversidad y el respeto en una sociedad tradicional.
“Desde muy niño me di cuenta de que era gay, porque nunca me sentí identificado con las personas que me rodearon; cuando comencé a tener contacto con la vida gay, aprendí que existen criterios menos amplios, ya sea por la educación, el lugar en el que se desenvuelven o las tradiciones”.
Luis Edgar Chan Andrade
Puntualiza que siempre es posible cambiar perspectiva que se tiene de la homosexualidad. “Cada persona hace el cambio desde su trinchera, siendo auténtico y demostrando que además de ser gay, se puede ser trabajador, buen amigo, conservando valores y principios morales”.
Luis se reconoce como una persona privilegiada con base en su trabajo, sin embargo, fue objeto de discriminación en espacios y por compañeros y jefes de trabajo.
En México, compartió, trabajó en una tienda de conveniencia donde predominaba el machismo y la homofobia; en Pachuca, en una cadena hotelera, vivió hostilidad por parte del dueño, sin embargo, su trabajo era reconocido.
“Depende de cada persona decidir cómo se toman y afectan las agresiones, porque quien ofende o insulta puede ser por envidia o autodefensa”
Luis Edgar coincide que este día no se habla únicamente de las comunidades LGBTTTIQ, sino de la vida, de cualquier miedo, creencia, prejuicio que nubla la oportunidad de desarrollo de cualquier persona.
“Cuando se quitan estigmas a ser juzgado por ser gay o lo que sea, y se acepta que no hay que demostrar nada a nadie, se borra el miedo, la carga emocional y se aprender vivir cómodo con quién tú eres.
Buscar hacer y ser lo que deseas debería ser el propósito de todos. Siempre existirá un momento y lugar en el que las personas se puedan desenvolverse y sentirse libres”.
Luis Chan
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