Garlito
El sueño de habitar un lugar hermoso, moderno, sustentable, se dice hoy, espacio donde el principal objetivo sea la felicidad y comodidad de sus habitantes, una ciudad que convoque a la sana convivencia y propicie el desarrollo social e individual de sus ciudadanos, con todos los servicios cuyo centro sería un gran jardín y la vida gire en su entorno; Ebenezer Howard, 1850-1928 propuso una utopía las ciudades jardín; Pachuca está condenada a ser baldío.
Enraizados
La ciudad, es un ente vivo evoluciona, se transforma y demanda estrategias para su funcionalidad, su origen en la edad media, es la convivencia de seres humanos que no realizan ninguna actividad agrícola, obreros, artesanos, comerciantes serán sus habitantes, campo y ciudad separados; en las ciudades modernas, el urbanismo es fundamental para la salud de las ciudades, los espacios públicos y las zonas verdes, son vitales para intentar tener una coreografía más amigable, disminuir la placa de concreto y limitar la circulación de autos, otorgar un entorno sano a lo más importante de las ciudades: los ciudadanos.
Ocioso sería mencionar la importancia de zonas verdes en una ciudad como Pachuca, donde la temperatura se incrementa y los espacios públicos carecen de ellas, en un supuesto es más moderno y atractiva una plancha de concreto que árboles y flores, como en plaza Independencia adefesio actual; muchas obras viales free way por doquier sin vegetación donde descanse la mirada de tanto artificial; solo neófitos y carentes de raíz pachuqueña, (salvo el Ecoloco), tirarían árboles, destruir plantas, flores y pasto, por cemento, postes, paredes; desaparecer espacios públicos tradicionales en post de una modernidad mal entendida y carente de un mínimo de razón estética y ecológica, es muestra de falta de amor al hogar común, la capital del estado.
Del arte
De gratos recuerdos, el centro deportivo, social y cultural de los mineros, ubicado en la calle Belisario Domínguez, abarcaba desde lo que hoy es la prolongación de avenida Revolución, donde se ubica el monumento al maestro, las manos y el libro, hasta el jardín del arte, hoy parada de transporte colectivo; derruido por la necesidad vial y con una visión urbanística arquitectónica, amplían la avenida el resto del predio colinda con la calle Xicoténcatl, aprovechando áreas verdes y árboles del mismo deportivo; en los 80 del siglo pasado, lugar de esparcimiento, diversión y noviazgos, convocado para que artistas urbanos y profesionales, tuvieran espacio, no funcionó no por carencia de talento, sino por políticas culturales inexistentes desde entonces; proyecto que incorporo terrenos inútiles en áreas verdes, como el malogrado jardín del charro, del arte y hombres ilustres, embelleciendo tantito a Pachuquita.
El proyecto de transformación del jardín del arte, es un plan maquiavélico de arrojar a la ciudad a ser insustentable, tal cual es perfecto, requiere de atención de la autoridad municipal, iluminación, seguridad, árboles y flores, actividades culturales y deportivas, hay un foro donde los músicos pueden mostrar sus habilidades, trata de atrapar un poco de aire fresco en una ciudad destinada en servir a los automóviles, debe ser liberado del secuestro de cada sábado que realizan comerciantes agresivos; si la destrucción se realiza, Pachuca nunca allegará a la utopía de ciudad jardín; el recuerdo de los gritos de las funciones de lucha libre viernes y box domingos de amateurs, en el rin del centro deportivo justo hoy el jardín del arte, con entradas de uno y tres pesos, ahora sí se perderán al desaparecer… y la Zamos Band será un silbido.
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