El libro se titula El gabinete de curiosidades del Dr. Zagal, que se explica como una colección de relatos que no se presentan no como lecciones de historia, “sino un paseo divertido (y un poco caótico) por los laberintos de la mitología, la gastronomía, la literatura y el paso del tiempo”.
Los autores son Héctor Zagal y Pablo Alarcón.
Zagal es doctor en Filosofía, hipocondriaco de tiempo completo y profesor de Filosofía de la Universidad Panamericana. Dice que le gusta comer bien y que tiene los triglicéridos altos. Editorial Planeta que le ha publicado varias obras, entre ellas, El Inquisidor 2018), Gente como uno (2011) y La venganza de sor Juana (2005).
Y de sus influencias literarias enumera a Jorge Luis Borges, Agatha Christie y Johnnie Walker.
Alarcón es licenciado en Filosofía por la Universidad Panamericana y acredita maestría en Sociología Cultural por la Universidad de Exeter (2019), en Inglaterra.
Se alude en la categoría de Superhéroes a El Santo, mítico luchador mexicano.
“A diferencia de Batman y Spider-Man, Rodolfo Guzmán Huerta (m.1984), se sentía cómodo cenando con una chica en un cabaret elegante de la Ciudad de México, con máscara y un capa de brillantina cubriendo su torso desnudo. Nada como tomarse un jaibol con los amigos después de haber vencido a las momias de Guanajuato”.
“Y sin dudan de su efectividad, ¡solo revisen su currículum! Venció a vampiros, momias, extraterrestres, gánsteres, asesinos de otros mundos, brujas, profanadores de tumbas y hasta la temible Llorona. Sus noventa y cinco kilos de heroísmo seguirán siendo modelo de virtud”.
Napoleón, muy diferente
Zagal no olvida a Napoleón Bonaparte y escribe: “Cuando escuchamos hablar de Napoleón, la primera imagen es la de un conquistador francés chaparrito. Bueno, pues resulta que no era francés, sino de Córcega y su lengua materna era el corso. Pero él se afrancesó hasta los huesos.
“¿Y su altura? No era tan bajito como se imaginan Medía entre 1.67 y 1.70 metros, por encima de la estatura promedio del joven francés del siglo XVIII, que estaba en torno a 1.64 metros, y también por encima del mexicano actual promedio de 1.65”.
La diosa del amor
“¿Será pura casualidad que los ‘jabones chiquitos’ de muchos hoteles de paso (dicen) son de la marca Venus? Este es nombre latino de Afrodita, diosa del amor. Afrodita significa ‘surgida de la espuma’.
“Su historia empieza con Urano, dios del cielo, quien engendró con Gea, la tierra. Y ahí aparece Crono, niño problemático, irrumpe a Urano y Gea que estaban juntos y ¡zas” corta las partes de él que terminaron en el mar en donde formaron una espuma de la que surgió, joven y bella, Afrodita”.
El Grito de Independencia
El tema se inicia con una interrogante: “¿Sabían que hay dos versiones del Grito de Dolores? La primera reza: ‘Mexicanos: ¡Viva la religión, viva nuestra madre santísima de Guadalupe, viva Fernando VII, viva la América, muera el mal gobierno!’. La segunda, no muy distinta, dice: ‘Mexicanos: ¡Mueran los gachupines, muera el mal gobierno, viva Fernando VII, viva América Libre!”.
Un extranjero también dio el Grito.
“El 15 de septiembre de 1864 Maximiliano de Habsburgo estaba en Dolores. Se alojó en la casa que había pertenecido a Mariano Abasolo. En una carta que envió el 20 de septiembre, citó:’ Todo salió perfecto en Dolores, hacia la hora del grito leí desde el balcón mi discurso con voz fuerte y muy lentamente. El entusiasmo fue indescriptible, todos vociferaban las tropas, el pueblo, los señores de mi comitiva…después bajo mi ventana prorrumpieron en enormes cheers (vivas)”.
De Editorial Planeta Mexicana, S.A. de C.V., la primera edición es de septiembre 2019.
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