Desde meses atrás se avizoraba que este año sería intenso en lucha electoral, con Morena, por una parte, buscando ratificar su mayoría en la Cámara de Diputados y partidos de oposición en proyecto de rescatar viejas glorias.
Inicialmente se produjo el primer aviso de que la elección del 6 de junio tendría características inusuales cuando organizaciones políticas que en el pasado ideológicamente eran opuestas, como PAN, PRI y PRD, esta vez se coaligarían para enfrentar al Movimiento Regeneración Nacional, bajo liderazgo del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Al dar a conocer candidatos se produjeron sorpresas que dieron pauta a punzantes comentarios desde los bandos opuestos. Hubo un proceso de especial interés con aspirantes a 15 gubernaturas, cubriéndose por lo menos siete espacios para mujeres, en tendencia a género equilibrado.
Entre ese fluir de información resaltaba que no había coincidencias entre Lorenzo Córdova Vianello, magistrado presidente del INE, y López Obrador.
Después, Félix Salgado Macedonio apareció como fuerte prospecto de Morena para ser mandatario de Guerrero.
En ese entorno, a quien llaman Toro, fue acusado de acoso sexual y en un caso de violación.
Refutó señalamientos con apoyo sensible de AMLO.
López Obrador desde un mes atrás instó a gobernadores para que no intervinieran en el proceso electoral, él incluido. Tuvo eco y se suscribió el Acuerdo Nacional por la Democracia.
Pero esas estimables aureolas de paz se rompieron cuando el jueves 25, el INE, tras maratónica sesión, y en votación de consejeros, anunciara que se cancelaban dos candidaturas de morenistas a gubernaturas, las de Salgado Macedonio y Raúl Morón –Michoacán-. También 25 a diputaciones federales, 6 a diputaciones locales y 16 de alcaldías.
Los números no fueron coincidentes al difundirse.
Otros partidos también fueron igualmente sancionados, pero en número menor.
El argumento central es que no dieron cuentas en tiempo precisado de iniciales gastos de campaña. De ser así, no se supo quienes fueron responsables en esta omisión.
Los afectados señalaron que recurrirían a una instancia superior, con potestad de invalidar las sanciones del INE, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Se infiere que el Tribunal sopesará pruebas que documenten, por un lado el INE y por el otro quienes se consideraron agraviados. Sus resoluciones en cada caso, se esperarán con especial interés porque definirán tema espinoso de las cada vez más cercanas elecciones.
La herencia de la Semana Mayor
Hidalgo retornó a semáforo naranja desde el lunes pasado y hasta el 11 de este nuevo abril, según anunció el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell. Se incluyeron en la disposición a entidades vecinas como Puebla, Querétaro, Morelos, Tlaxcala, Estado de México y Ciudad de México.
Esta modificación de color fue paralela a la tradicional Semana Santa que prácticamente se inició el pasado domingo.
Quedó establecido un lapso en que las actividades de miles de personas se atemperen, tras mantener señalamientos de protección sanitaria con un vigente Covid-19.
Queda por conocer cuántos durante este acatarán estas normas, porque muchos, reacción natural, sobre todo en nuestro estado, decidían –o decidieron-buscar otros aires y dejar tras pesares de la pandemia.
Se aludieron a visitas a balnearios y municipios de singulares atractivos históricos, muchos cercanos a Pachuca.
Establecer consecuencias es temerario, pero se mantiene el anhelo que no sean inconsecuentes con contagios y decesos que, como en enero y febrero pasados, proyectaron cifras que llevaron a una alarma general.
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