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En la mitología griega, más allá de las diosas, muchas leyendas eran protagonizadas por héroes varones. Sin embargo, existieron varias heroínas que se hicieron de una reconocida fama gracias a sus épicos actos que requirieron tanto de valor como de sus destacadas habilidades, como en los casos de Penélope, Antígona, Hécuba, Andrómaca, Lavinia, Dido, Ariadna, Hipólita, Medea e incluso las amazonas; sin embargo, por alguna extraña e incomprensible razón, las mujeres fueron excluidas de los antiguos Juegos Olímpicos, de los que solo los hombres libres y que hablaban griego podían tomar parte.
En la primera edición de los Juegos Olímpicos Modernos en Atenas en 1896 solo hubo participación de hombres. Sin embargo, para las segundas Olimpiadas celebradas en París, en 1900, comenzó a haber participación femenil de modo no oficial en tenis, croquet, vela y golf, así como en Londres 1908 y Estocolmo 1912, pero fue hasta Amberes 1920 que por primera vez participaron con reconocimiento oficial.
En México 1968, un hito fue marcado en el Estadio de Ciudad Universitaria por Enriqueta Basilio, al ser la primera mujer en portar la llama y encender el pebetero olímpico. Para las ediciones de Londres 2012 y Río de Janeiro 2018, la participación femenina alcanzó un 45% del total de atletas participantes, en disciplinas que incluso antes no lo hacían como en el boxeo, y la totalidad de delegaciones inscribieron al menos una mujer, incluso de países que por normativa religiosa antes era impermisible, como Arabia Saudita, Brunei y Qatar.
Al hablar de las más destacadas atletas de la historia en la justa olímpica, es imposible no mencionar a la gimnasta rumana Nadia Comaneci, multimedallista en Montreal ’76 y Moscú ’80, aunque no tan ganadora como la ucraniana Laryssa Latynina, que ganó 18 medallas para la Unión Soviética en la misma disciplina durante tres ediciones. Ambas han sido inspiración para la estadounidense Simón Biles, que ya fue multimedallista en Río de Janeiro 2016, pero espera lograr más preseas en Tokio.
En el atletismo se encuentran la holandesa Fanny Blankers-Koen, que ganó 4 oros en Londres 1948, y más recientemente Allison Felix que en la pista ha logrado colgarse 9 medallas: 6 oros y 3 platas; o la polaca Irina Szewinska, quien participó en 6 Juegos Olímpicos consecutivos en los que ganó 7 preseas de los 3 metales. En el deporte paralímpico la nadadora española Teresa Perales que ha obtenido un total de 26 podiums.
Así como esos, podríamos citar infinidad de ejemplos de grandes heroínas no solo del olimpismo, si no del deporte internacional en general, pero enfoquémonos en las atletas mexicanas que han consolidado sus carreras deportivas al lograr sus más grandes gestas en la justa olímpica. Las primeras medallistas de nuestro país obtuvieron la gloria en los juegos celebrados en México ’68: María del Pilar Roldán logró la medalla de plata en esgrima en la modalidad de florete individual, y María Teresa Ramírez el bronce en los 800 metros libres en natación. De ahí, tuvieron que pasar 32 años para que Soraya Jiménez se convirtiera en la primera mujer en colgarse un oro y escuchar el himno nacional en los J.O. de Sidney 2000, tras imponerse en la categoría de 58 kg del levantamiento de pesas.
Ahí arrancó un período de gracia de 5 ediciones en las que ha habido consecución de medallas en la rama femenil de múltiples deportes: en Atenas 2004 lo hicieron: Ana Gabriela Guevara, plata en los 400 metros planos de atletismo; Belém Guerrero, plata en la carrera por puntos de ciclismo; e Iridia Salazar en la categoría de 57 kg en taekwondo. Ya en Beijing 2008: Tatiana Ortiz y Paola Espinosa, bronce en clavados sincronizados de la plataforma de 10 metros; Damaris Aguirre en la categoría de 75 kg de halterofilia; y María del Rosario Espinoza que ha sido medallista en tres ediciones y obtener los tres metales en la categoría de 67 kg.
En Londres 2012, nuevamente Paola Espinosa en los clavados sincronizados en plataforma, ahora plata junto a Alejandra Orozco, además del bronce de Laura Sánchez en el trampolín de 3 metros individual; plata y bronce para Aída Román y Mariana Avitia en el tiro con arco. Finalmente, en Río 2016 María Guadalupe González ganó medalla de plata en la marcha de 20 km junto a la citada proeza de María del Rosario Espinoza que hiló sus terceros juegos obteniendo presea.
Para este 2021, en el que se celebrarán los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, hay muchas mujeres, algunas ya calificadas y otras más en proceso de hacerse de un lugar en sus respectivas disciplinas para esta edición. Sin embargo, como hidalguenses no podemos dejar de desear que asistan nuestras paisanas Daniela Campuzano, quien ya lo hiciera en Río 2016 en el ciclismo; además de la yudocas Luz María Olvera, la luchadora grecorromana Alejandra Romero y la golfista María Fassi.
Y ustedes queridos lectores de ‘Epopeyas… de hidalgos, heroínas y otras gestas deportivas’, en el marco de la conmemoración del ‘Día Internacional de la Mujer’, ¿Qué otras grandes mujeres deportistas recuerdan?
Sugerimos: Claressa Shields, campeona unificada en dos divisiones
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