Esa parece ser la lógica del gobierno federal en sus tres niveles, con respecto a la ejecución del compromiso 94 de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, para la creación del parque ecológico de reciclaje (denominado también de Economía Circular) en la región de Tula, a pesar del rechazo de un sector de los habitantes, principalmente del municipio de Tlaxcoapan, donde gobierna la hermana del secretario de Gobierno, Guillermo Olivares Reyna.
Ayer hubo conferencia de prensa encabezada por la secretaria del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Alicia Barcena, y el gobernador Julio Menchaca Salazar, para hablar de las bondades del proyecto y, también de quienes se resisten a verlo con la misma óptica que el gobierno.
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Menchaca Salazar, dijo que la conferencia tenía también ese propósito de evitar que personas “inconformes” lo usen como bandera política con otro fin ajeno al de hacer justicia ambiental a Hidalgo por tantos años de daño ecológico en la región de Tula, que, se ha dicho hasta el cansancio, se considera la región más contaminada de México y, lo dijo en su momento el presidente Carlos Salinas de Gortari, “la cloaca más grande del mundo”.
Foros informativos han ido y venido y la resistencia, particularmente de los habitantes de la comunidad de Doxey, quienes paradójicamente hicieron ganar la presidencia municipal a Teresa Olivares Reyna, hermana del secretario de Gobierno Guillermo Olivares Reyna, y ahora le han dado la espalda y rechazan cualquier foro informativo, por considerar que el gobierno quiere ponerles un gran basurero donde depositen sus desechos una decena de estados, incluidos el Estado de México y la Ciudad de México.
No obstante, el 14 de diciembre, se organizará una consulta en la que se espera la participación de 176 mil habitantes principalmente de los municipios de Atitalaquia, Tula y Tlaxcoapan.
Tanto Alicia Barcena como Julio Menchaca, insistieron en que no se trata de un basurero, sino de un proyecto que procesará las 500 toneladas de residuos que generan 14 municipios de la zona, generará empleo y permitirá abatir los niveles contaminantes en la región.
Lo dicho, el propósito es que se cumpla con uno de los acuerdos de la presidenta Claudia Sheinbaum que, en teoría, tendrán un impacto positivo en la vida de los hidalguenses, y en este caso de los habitantes de la región de Tula, que han visto el desarrollo industrial de la región, pero el costo para su salud, la flora y la fauna ha sido demasiado alto.
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