Tuve un compañero en la secundaria con quién no me llevaba muy bien. Se trataba de un chico muy parlanchín, sociable y considerado como alguien experimentado en la vida. Yo era tímida, estudiosa y un poco enojona con quienes se portaban mal.
La mayor parte del tiempo lo ignoraba, pero un día la directora nos informó que se había suicidado. A pesar de no haber sido cercanos, me hubiera gustado preguntarle ¿por qué lo hiciste?, ¿alguna vez pediste ayuda? o ¿pude haber hecho algo por ti? Con el tiempo intenté darles respuesta a dichas preguntas, desafortunadamente estas siempre se reducían a “ y sí hubiera…”.
Ciertamente el hubiera no existe, pero en situaciones así, todo lo que tenemos son respuestas hipotéticas. Como la muerte siempre ha ocurrido y seguirá ocurriendo, la humanidad nunca dejará de buscar nuevas formas de procesarla. Hoy la tecnología como la IA puede crear griefbots (bots de duelo) para ayudar a las personas durante una pérdida.
Apps como ChatGPT, Gemini o Replika pueden simular una conversación o incluso crear avatares con base en las facciones de algún finado. La California Polytechnic State University está a punto de publicar un artículo donde afirma, “una persona puede tener una interacción significativa con un bot social, siempre y cuando interactúe con el de forma imaginaria o ficticia.”
En algunos casos la gente, durante la etapa de la negación, tiene alteraciones de la realidad que los hace creer que sus amigos o familiares siguen vivos en la pantalla. A pesar de dicho inconveniente, Anna Xygkou y sus colegas afirmaron en Proceedings of the 2023 ACM Conference on Human Factors in Computing Systems que este nuevo recurso de la IA puede traer más beneficios para los dolientes, la experiencia generada es “más inmersiva e interactiva”.
A quienes se oponen, deben recordar lo siguiente. Anteriormente era común sacarse fotografías con gente muerta, en un esfuerzo por tener un último recuerdo con los finados, sin mencionar la gente que busca a médiums, juega a la Ouija o les escribe cartas. Thomas Alba Edison dijo a Scientific American en 1920 “He estado pensado, desde hace algún tiempo, en una máquina o aparato que pueda ser operada por personalidades que han pasado a otra existencia o esfera”. .
En este tiempo, no podemos hablar directamente con los muertos usando IA, sin embargo, al proporcionar cierta “información” (audios, fotografías, videos) es posible obtener respuestas más verosímiles con relación a los ausentes.
Por: Carolina Aranda Cruz
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crs

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