El sitio arqueológico, conocido como “El Venado”, congrega alrededor de 10 piezas de arte rupestre, pintadas o talladas en las laderas de un cerro por donde se pretendía que pasara el tren México-Querétaro; los lugareños piden que se garantice la conservación de las expresiones prehispánicas.
El sitio se encuentra, según el INAH, en el ejido de Jasso, municipio de Tula, pero, los límites territoriales con el ejido de Conejos son confusos, además de que en la zona también se tiene colindancia con el municipio de Tepeji del Río.
De acuerdo con un documento emitido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y fechado en abril del 2016, en El Venado se tenía el registro de cuatro manifestaciones rupestres, entre pinturas y petrograbados, el más representativo es un cuadrúpedo que los lugareños consideran que es un venado y da nombre al sitio.
Sin embargo, La Jornada Hidalgo recientemente realizó una visita al área y, de acuerdo con las explicaciones de la gente del lugar, se pudieron contabilizar alrededor de 10 piezas de arte rupestre, algunas muy bien definidas y conservadas, mientras que otras han sido víctimas del agua y el paso del tiempo.
Si bien el INAH ha informado que se tenía registro del sitio desde la década de 1980 y, en 2016 se informó de la presencia de 4 manifestaciones rupestres en el lugar, los lugareños tienen el registro de la presencia de petrograbados y pinturas prehispánicas en dos puntos distintos del cerro, pero ubicados en la misma área.
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Durante el recorrido se pudieron contabilizar alrededor de 10 piezas de arte rupestre, lo que refuerza la idea de la gente de la zona de que el sitio no ha sido debidamente explorado y se cree que incluso podría haber más pinturas o petrograbados en el área.
Además, derivado de los trabajos que se realizan para hacer el trazo del paso del tren México-Querétaro, Salvador Pulido Méndez, director de Salvamento arqueológico del INAH, explicó que se piensa que este espacio data del periodo Clásico al Posclásico Tardío, es decir, entre los 400 y los 1521 D.C.
Sin embargo, no se tiene una fecha exacta ni la definición de a qué cultura podrían haber pertenecido o si se trata de varios grupos que habitaron en la región, es por eso que adelantó que ya se prepara un proyecto para explorar el sitio y determinar su cronología.
¿Qué se puede observar?
Durante el recorrido, nos acompañaron los hermanos Carlos y Gerardo Tovar, quienes explicaron una a una las piezas de arte rupestre que se encuentran en El Venado. El primero de ellos fue el que ellos nombran “el nahual”, se trata de un petrograbado con cuerpo de animal y cara antropomórfica.

Lo segundo que se pudo observar fue una especie de jaguar, también en petrograbado, realizado con trazos rústicos, pero que, de acuerdo con Carlos Tovar, es muy probable que sí se trate de este gran felino, ya que en la zona habitaban hace mucho tiempo.

Como tercer elemento se pudo observar el famoso “Venado”, que más bien pareciera una hembra de la misma especie, porque no se nota su cornamenta, sin embargo, es la pieza más representativa, toda vez que da el nombre al sitio.

En una menor dimensión, Carlos y Gerardo señalaron otro animal pintado en la misma zona, el cual, dicen, pudiera ser un tepechichi, un animal que también es conocido como “viejo de monte”.

En otro punto, pero en la misma zona, pudimos ver un dibujo antropomórfico del que sobresalían dos líneas y según cuenta Carlos, a él le recuerda a la historia de “los hombres hormiga”, una historia de la zona hopi de Estados Unidos, aunque, en Perú también hay relatos de hombres que dicen, viven bajo tierra.

Del lado contrario, hay otra figura antropomórfica que parece tener un tocado en la cabeza, y tanto este como el anterior son petrograbados, mientras que al lado se puede ver un hombre pintado con rojo, así como restos de pintura roja que ya no parecen tener forma.

También se puede observar otro petrograbado que no se sabe exactamente que pudiera estar representando, pero sí se alcanza a notar tallado sobre la piedra y al lado, se observa otro hombre con tocado y sentado, con las piernas abiertas, cuya mitad del cuerpo ya se ha ido borrando con el paso del tiempo.

El tren México-Querétaro
La zona del Venado tiene estos dos puntos en donde las primeras piezas rupestres se ubican muy carca del río Tula, mientras que las segundas están muy cerca de la presa Requena, en donde antiguamente había una barranca por la que corría agua, esto según las versiones de la gente del lugar.
Derivado de que se pretendía que el tren México-Querétaro pasara por la zona, se pidió intervención del INAH para evaluar la viabilidad de usar ese espacio, sin embargo, la propia presidenta de México, Claudia Sheinbaum, dio a conocer en una de las mañaneras que el INAH había recomendado no moverlas de lugar.
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Toda vez que se pretendía extraerlas de la piedra y moverlas a un museo o lugar donde pudieran ser apreciadas, sin embargo, el INAH señaló que, derivado de la importancia de la cosmovisión de la gente de la zona, lo mejor era no tocar el sitio y desviar el trazo del tren México-Querétaro.
Por ello, aunque en la zona de El Venado se pueden ver banderas naranjas con números que permiten tener el registro de los kilómetros, se informó que, el trazo de la vía será movido 8 kilómetros para evitar tocar el área y dañar las pinturas y petrograbados rupestres.
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