La escultura de bronce conocida como “La Bailarina”, una pieza emblemática del patrimonio artístico y cultural de Tulancingo, fue retirada del antiguo patio de maniobras.
Hasta el momento, se desconoce su paradero, lo que ha generado inquietud entre la comunidad artística local.
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La escultura dejó de ser vista desde la colocación de adornos navideños por parte de la actual administración en diciembre pasado. En el lugar donde estaba “La Bailarina”, ahora solo queda la marca de su base sobre el piso, que atestigua que alguna vez estuvo ahí.
Hasta ahora, las autoridades no han dado un anuncio oficial sobre la reubicación o resguardo de la estatua. Tampoco se ha aclarado si fue robada.
La titular de la Secretaría de Cultura, Educación, Deporte y Juventud, María Guadalupe Rodríguez Uribe, no ha proporcionado ninguna información sobre el paradero de la escultura “La Bailarina”.
Su secretaría es el área de la que depende la dirección de museos, por lo que la falta de información ha generado cuestionamiento y descontento en la comunidad artística.
“La Bailarina” es una de las seis obras escultóricas del extinto Jardín del Arte, hoy conocido como Centro Cultural Ricardo Garibay. Las obras estaban bajo resguardo de la Dirección de Obras Públicas.
Junto a “La Bailarina”, otras esculturas como “Donají”, “Los Amantes” y “Mirando el Horizonte” adornaban el espacio.
En 2019, estas piezas, tres de ellas autoría del maestro Víctor Gutiérrez, fueron restauradas y develadas en los jardines del Museo del Ferrocarril como parte de un homenaje a sus 50 años de trayectoria artística.
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