Si te conectas y utilizas internet, eres internauta y hoy es tu día. En esta fecha se celebra en todo el mundo el acceso a la Word Wide Web (o simplemente la web) a propósito de la creación de la primera página en 1991, acontecimiento que marcó el inicio de la era digital.
Sin motivo a dudas, el internet es uno de los más grandes avances tecnológicos de la humanidad que dio un vuelco a las formas de comunicarnos, de vivir y convivir, consumir, entretenimiento y de acceder al conocimiento, investigación y ciencia.
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Vale la pena recordar que la primera página web tuvo como objetivo principal intercambiar información relevante entre científicos universitarios de diferentes partes del mundo, sin imaginar su tremendo alcance en la actualidad, dicho sea de paso, su creador, el suizo Timothy Jhon Berners-Lee está considerado como una de las 100 personas más influyentes del siglo XX.
Algunas generaciones como la mía (X) tuvimos la oportunidad de ver el mundo sin internet y se vivía muy diferente, pues el consumo de medios se reducía a la radio y televisión, se compraba el periódico impreso y pasaba de mano en mano para su lectura y si había más interés alguna revista que a la postre también se rolaba.
La vida social se basaba en más actividad física y personal, si querías interactuar con un amigo tenías que ir a buscarlo o llamarle por teléfono del que solo existía una línea en casa y te podía contestar cualquier miembro de la familia; el correo postal tardaba días, semanas o meses dependiendo el destino.
Sin internet, la música se compraba en tiendas de discos o cassettes y consultabas la cartelera en los medios antes mencionados para ir a un concierto, aquí la mejor opción era pagar en efectivo tu boleto en la taquilla, al igual que para encuentros deportivos o de otro tipo.
La educación era presencial, no había la posibilidad en ese momento, de vislumbrar la virtualidad, si bien algunos programas especialmente dirigidos a trabajadores presentaban otros formatos, al final del día eran cara a cara; las principales fuentes de información eran enciclopedias y libros físicos y se compraba en las papelerías biografías, láminas y otros materiales pues los recursos didácticos eran muy limitados.
Pero nuestra generación y otras cercanas, tenemos la fortuna de contar esta línea del tiempo desde la experiencia, ahora disfrutando de las maravillas del internet que, de la mano con otras tecnologías, eliminan tiempo y distancia, donde los teléfonos móviles son verdaderas oficinas y centros de información y la mayoría de los trámites son en línea.
Las redes sociales marcan tendencia para las interacciones personales, los contenidos digitales son tan amplios y diversos como gustos e intereses existen, la educación es flexible y tiene al alcance un montón de recursos como plataformas, herramientas digitales materiales multimedia o bibliotecas digitales que complementan el proceso enseñanza-aprendizaje, las modalidades en línea o mixta son altamente demandadas y se puede lograr aprendizaje personalizado.
Sin embargo, a pesar de los extraordinarios beneficios del internet, no podemos dejar de lado el mal uso, delitos, actuaciones irresponsables y la falta de regulación, que es un gran reto.
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