La noche del lunes 18 de agosto, Petróleos Mexicanos (Pemex) informó que, un grupo armado ingresó a la plataforma Akal-R del complejo Cantarell, en Campeche, logrando sustraer aproximadamente 50 equipos de respiración autónoma.
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El martes 19 de agosto, según el comunicado oficial de Pemex, el ataque se registró alrededor de las 22:00 horas. Un grupo de sujetos encapuchados y armados abordó la plataforma, intimidando al personal con disparos al aire.
Aunque no se reportaron lesionados, tres trabajadores sufrieron crisis nerviosa y recibieron atención médica en la misma instalación.
Los atacantes lograron llevarse 50 equipos de respiración autónoma, los cuales son esenciales para garantizar la seguridad de las operaciones en caso de emergencias. Tras el incidente, Pemex activó inmediatamente su Protocolo General de Atención a Eventos en Instalaciones Marinas y Costeras, en colaboración con la Secretaría de Marina (SEMAR).
La Secretaría de Marina desplegó personal adicional para intensificar la vigilancia en la zona marítima y evitar futuros ataques. Además, Pemex presentó una denuncia formal ante la Fiscalía General de la República (FGR) para que se investigue y se identifique a los responsables.
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Este tipo de incidentes, que en ocasiones son catalogados como actos de “piratería moderna”, generan preocupación en la industria, ya que comprometen la seguridad del personal y la operatividad de instalaciones clave para la producción petrolera del país.
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