Jorge Romero El Faro

¿Funciona el “primero los pobres”?

El Faro

El pasado miércoles el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) dio a conocer un dato que será clave para que las políticas sociales que echaron a andar los gobiernos de la 4T desde 2018 se mantengan en los años por venir.

El indicador es contundente: de 2018 a 2024, 13.4 millones de personas dejaron la pobreza. De 51.9 millones de personas en esa condición, el indicador se redujo a 38.5 millones, equivalente a 29.6% de la población. La pobreza extrema también se redujo significativamente, al pasar de 11% en 2008 a 5.3% en 2024.

¿Cuál fue la receta para alcanzar esos resultados? Según la presidenta Claudia Sheinbaum, la clave fue el incremento del salario mínimo, los programas de bienestar y el acceso a derechos básicos.

Lo que sucedió con el salario mínimo es notable: en 2018 era de $88.36 diarios, mientras que en 2025 es de $278.80 diarios, lo que implica que se ha triplicado desde que llegó Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de la república. Aunque, si descontamos la inflación, el incremento real oscila entre 130 y 170 %, dependiendo de la zona geográfica.

El otro eje citado por Sheinbaum fue el de los denominados programas del bienestar, que este año requirieron una inversión de alrededor de 850 mil millones de pesos. La proporción del gasto destinado a política social es significativo: casi 9 de cada 100 pesos del gasto federal en 2025.

Recordemos que el Presupuesto de Egresos de la Federación aprobado para el año en curso es de aproximadamente 9.5 billones de pesos.

Si viéramos al presupuesto como un pastel, la rebanada destinada a programas del bienestar solo es ligeramente menor a la destinada a la educación, que se lleva 10% del presupuesto, y a la que se lleva la inversión física, que absorbe 11% del gasto.

Por fortuna, esa inmensa bolsa de recursos, cercana a los 900 mil millones de pesos anuales, está logrando el objetivo de reducir la desigualdad. Habrá que ver cómo se comporta el indicador de la pobreza en México en próximos años, y mientras tanto, quienes deciden la asignación del presupuesto deben tomar previsiones para que la bolsa destinada a la política social sea sostenible con el tiempo. Recordemos que nuestro país ya vive un proceso de envejecimiento que se irá acentuando con los años. 

Por lo que respecta a Hidalgo, los datos dados a conocer por el INEGI también muestran una reducción de la pobreza en comparación con el 2022. Según los resultados de la medición de la pobreza multidimensional 2024, Hidalgo está en décimo lugar nacional en pobreza multidimensional (bienestar económico y derechos), con 35.3% de la población, que equivale a un millón 140 mil personas. La cifra disminuyó en comparación con 2022, cuando la proporción fue de 41%, con más de 1.2 millones de personas. Es decir, 60 mil personas salieron de la pobreza multidimensional en un par de años.

Hidalgo sigue muy rezagado especialmente en carencia por acceso a los servicios de salud, donde está entre los seis estados con mayor población en esa condición (43.5%), que representó un millón 405 mil personas.

Y estamos aún peor en carencia por acceso a la seguridad social, donde el estado se colocó en el quinto lugar nacional, pues 61.9% de la población no cuenta con seguro en alguna institución de salud, esto es más de 2 millones de personas.

Ambos rubros deberían guiar las políticas sociales del actual gobierno estatal, encabezado por Julio Menchaca y de los que vengan, que muy probablemente serán emanados del mismo color partidista.


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