En 1975 México fue la sede de la Conferencia del Año de la Mujer convocada por la ONU y que fue un evento sumamente trascendente para el reconocimiento de las mujeres como personas y por tanto como sujetas de derechos humanos.
Paralelamente en este evento se convocó a una Tribuna del Año de la Mujer, a la que asistieron 6000 mujeres de todas partes del mundo. La academia feminista ha estudiado ampliamente este espacio porque permitió ver el panorama mundial de las mujeres, sus propuestas, preocupaciones y sobre todo sus diferencias ideológicas. Fue muy evidente la tensión entre las mujeres del norte y sur global, las primeras que ya gozaban del reconocimiento de sus derechos civiles, políticos, enfocaron sus demandas en el reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos, mientras las del sur seguían exigiendo ese reconocimiento de derechos básicos, incluidos la tenencia de la tierra,el cambio del orden mundial y la redistribución justa de la riqueza.
Laurie Bebbington subió a Tribuna a pedir que se hablara de la discriminación y violencia que las lesbianas enfrentaban. Bajo del podio entre rechiflas y gritos que algunos de ellos mencionaban que ese no era un problema, sino una degeneración y otros que decían que estos temas le quitaban seriedad al evento. Se dice que Nancy Cardenas, que fue la primera persona en enunciar en medios de comunicación mexicanos su orientación sexual, fue la autora de la Declaración de las Lesbianas de México que se leyó en ese espacio y que dejó una evidencia de la violencia que se vivía tanto de la sociedad, las autoridades pero también de los feminismos.
Este episodio es una de las pruebas de que dentro de los feminismos se reproducen también actitudes y discursos que violan los derechos humanos de otras personas y es que hay que reconocer que como hijas, hijos e hijes del patriarcado capitalista lo normal es ejercer está violencia.
En estos días México es sede, nuevamente, de la XVI Conferencia de la Mujer y de nuevo está exponiendo los puntos de encuentro y diferencias de los movimientos de mujeres y feministas del globo. Hace unos días leí la versión 2025 de la Declaración de las Lesbianas de México, escrita por las feministas lesbianas transexcluyentes y abolicionistas, la cual a diferencia de su antecesora evidencia que hoy hay existe un grupo de lesbianas que reproduce la violencia en contra de otras personas: personas trans, no binaries y trabajadoras sexuales.
Es decir lo que hace 40 años les hicieron en la Tribuna, ellas lo están repitiendo.
Siento una profunda vergüenza por esa declaración que evidentemente no nos representa a todas, solo a ellas, las que están cegadas por su privilegio y que en lugar de luchar contra su opresor lo legitiman de forma truculenta. Pero también es un momento oportuno para denunciarlas públicamente y apostar a la auto/crítica y auto/reflexión para que nuestros movimientos no continúen este legado de discriminación y violencia.
Deja una respuesta