La declaratoria de Huapalcalco como Zona Arqueológica será revocada. Un mandato judicial exige la anulación de este estatus, luego de un “mal procedimiento” por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Esta orden implica que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo tendrá que emitir la revocación oficial de la declaratoria.
La asociación Niebla y Tiempo, impulsora de la declaratoria original de Huapalcalco como Zona de Monumentos Arqueológicos, dará un pronunciamiento oficial sobre esta revocación el próximo lunes 4 de agosto, a las 12:00 horas, en las oficinas de la organización.
Se espera que detallen las implicaciones de esta situación para el patrimonio cultural de Hidalgo.
Problema de hectáreas de particular dentro de la poligonal
Es crucial recordar que el decreto que designó a Huapalcalco como Zona de Monumentos Arqueológicos fue emitido en el Diario Oficial de la Federación en junio de 2023, firmado por el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador. Abarcaba una superficie de 20-44-83.50 hectáreas en el municipio de Tulancingo de Bravo.
La raíz de esta inminente revocación se encuentra en la oposición de un particular. Esta persona interpuso un recurso legal, argumentando que hectáreas de su propiedad quedaron dentro de la poligonal declarada como zona arqueológica, lo que llevó al fallo judicial.
Un golpe a la lucha ciudadana y un sitio abandonado
La declaratoria de Huapalcalco como Zona Arqueológica había sido, en su momento un triunfo significativo para la sociedad civil organizada, que por años luchó por la protección de este sitio.
Este valioso sitio arqueológico ha permanecido en el abandono, sin la debida protección del INAH, a pesar de su reconocida importancia histórica y cultural para Hidalgo.
De hecho, el decreto de declaratoria señalaba que, según estudios técnicos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Huapalcalco tuvo una ocupación continua desde el periodo “Tulancingo” (14000 a 7000 a.C.), caracterizado por asentamientos prehistóricos precerámicos en sus cuevas, hasta el Posclásico tardío Fase Azteca III y IV (1350 a 1520 d.C.), periodo al que data el montículo conocido como Iglesia Vieja.
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