Jorge Romero El Faro

La decadencia de Tula

El Faro

Desde hace varios años la ciudad de Tula ha sido escenario de conflictos sociales, inseguridad, proyectos truncos, alta contaminación y pésimos gobernantes, lo que la tiene sumida en una crisis a la que no se le ve la luz al final del túnel.

Los efectos de todos esos ingredientes adversos son difíciles de cuantificar, pero ayer el INEGI dio un dato demoledor, que nos da idea de la magnitud de la crisis: el producto interno bruto (PIB) de Tula va en caída libre desde 2018.

De aportar 11.3% al PIB estatal en 2018, ahora solo aporta 3.4%, lo que implica una caída de 8 puntos, según establecen los Censos Económicos 2024, dados a conocer ayer en conferencia de prensa por la oficina local del INEGI.

El descalabro hizo que Tula pasara de ser la tercera economía del estado a nivel municipal, a ocupar el noveno lugar en 2023.

¿Qué ha pasado con ese municipio, que en otros tiempos fue ejemplo de crecimiento industrial? ¿Cómo entender la debacle de la ciudad que es sede de la refinería Miguel Hidalgo, que surte de combustible a una de las zonas metropolitanas más grandes del mundo?

Es difícil atribuir la decadencia a una sola causa, pero los gobiernos han hecho muy poco para evitar su caída. Sin duda un duro golpe fue el cierre de la planta cementera de La Cruz Azul en el municipio, que desde abril de 2020 fue ocupada por parte de un grupo afín a Guillermo “Billy” Álvarez Cuevas y Federico Sarabia Pozo.

Un enfrentamiento en abril de 2022, que dejó al menos ocho muertos y luego el corte de energía que ejecutó la CFE a la planta en agosto de 2022, han profundizado la parálisis de la que fue la matriz del emporio cementero. En octubre de 2024 el corporativo de La Cruz Azul calculó que, tras cuatro años sin actividad de su planta en Tula, había acumulado pérdidas por más de 25 mil millones de pesos. Para darnos una idea del daño, la cifra equivale al 35.18% del presupuesto de egresos de la entidad para 2025, que es de 71 mil 39 millones 555 mil 296 pesos.

Tula también ha sufrido la parálisis de proyectos que se fueron a la ruina. El más escandaloso fue la cancelación de la refinería Bicentenario durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, que se construiría muy cerca de la Miguel Hidalgo.

El efecto de abortar el plan que echó a andar Felipe Calderón provocó parálisis económica y conflictos sociales, pues unos 500 ejidatarios vendieron sus tierras bajo promesas de proyectos y desarrollo que nunca llegaron. 

En septiembre de 2021 otra desgracia golpeó fuertemente a la Ciudad de los Atlantes. Las lluvias del 6 de septiembre de aquel año provocaron el desbordamiento del río Tula, lo que provocó que la madrugada del 7 de septiembre la ciudad quedara inundada por completo. Más de 3 mil hogares y negocios quedaron completamente dañados y el Hospital del IMSS en esa ciudad tuvo que cerrar por los efectos de la inundación.

Tula también ha sido fuertemente golpeada por el robo de combustible y por la inseguridad que provoca ese fenómeno. Entre septiembre de 2022 y junio de 2025, la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo informó que había logrado recuperar más de 5 millones de litros de combustible robado en la entidad. Tula de Allende ocupó el quinto lugar estatal, con 397 mil 520 litros asegurados.

La parálisis económica y la inseguridad hoy tienen a Tula en un entorno violento. Tan sólo el pasado miércoles 23 de julio se registraron dos balaceras en diferentes puntos del municipio.

La cifra que dio el INEGI respecto a la caída de la economía de Tula debería prender las alarmas de todos los niveles de gobierno. No sólo por los 115 mil 107 habitantes que viven en el municipio, sino porque la economía de la región está fuertemente vinculada con la actividad de Tula. Recordemos que también es hogar de la termoeléctrica de la CFE, Francisco Pérez Ríos, así como de otras empresas del ramo de la transformación, extracción y construcción.

El reciente anuncio presidencial de la creación de un parque industrial de economía circular con tecnología para convertir residuos orgánicos en carbón vegetal fertilizante, y que se construirá en el lugar donde se levantaría la frustrada refinería Bicentenario, abre un paréntesis que podría revertir la decadencia que vive la ciudad. Ojalá que vengan más proyectos, pero que también los gobiernos volteen a ver y atiendan a esa región estratégica para Hidalgo.


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