Un reducido grupo de 60 empresas son las responsables de 80 por ciento de las emisiones de carbono al medio ambiente que elevan el calentamiento global a un ritmo más acelerado del previsto, afirmó el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, al inicio de la segunda jornada de la cumbre de los BRICS.
La mayoría de las empresas responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero, que provoca el aumento de la temperatura, opera en los sectores de petróleo, gas y cemento, añadió Lula.
Los incentivos del mercado son contrarios a la sostenibilidad medio ambiental, aseguró el presidente brasileño, quien sostuvo que el último año los 65 bancos más grandes del mundo se comprometieron a aportar 869 mil millones de dólares al sector de los combustibles fósiles.
En una sesión plenaria, en la que participaron los jefes de delegación de los 21 países –miembros y asociados—de los BRICS, Lula da Silva consideró “urgente” promover “una transición justa y planificada para acabar con el uso de combustibles fósiles y eliminar la deforestación”.
El tema ambiental, así como el de la promoción de la salud, son dos de las prioridades brasileñas durante su presidencia del BRICS este año. Además, el país será sede, en noviembre próximo, de la conferencia de la COP30, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en la que participan gobiernos, empresas, organizaciones sociales y científicas de todo el mundo.
“El Sur Global es capaz de liderar un nuevo paradigma de desarrollo, sin repetir los errores del pasado. No seremos meros proveedores de materias primas”, apuntó. “Necesitamos acceder y desarrollar tecnologías que nos permitan participar en todas las etapas de las cadenas de valor”.
Segunda jornada
Acciones para el cuidado del ambiente y para reforzar en los países miembros, donde vive la mitad de la población del planeta, centran la atención de los líderes del grupo BRICS, que participan esta mañana en la segunda y última sesión de su décimo séptima cumbre.
La jornada arrancó con la fotografía oficial, para la que posaron los líderes de los 11 países miembros, los 10 asociados y de los que asisten en calidad de observadores, como es el caso de México, representado por el canciller Juan Ramón de la Fuente; también el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres; el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom; la presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo, Dilma Rousseff; y Sergio Díaz Granados, director del Banco de Desarrollo de América Latina.

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