El juego sucio que Estados Unidos ha montado sobre México en los últimos meses —y que la semana pasada escaló peligrosamente— puede provocar una inestabilidad grave, tanto en la economía como en la percepción internacional del país.
Las señales son claras: el Departamento del Tesoro de EE.UU. señaló por presunto lavado de dinero a dos bancos mexicanos y a una casa de bolsa vinculada a Alfonso Romo, empresario cercano al expresidente Andrés Manuel López Obrador. A esto se sumó una declaración más alarmante: Pam Bondi, secretaria de Justicia del equipo de campaña de Donald Trump, calificó abiertamente a México como “un adversario extranjero”.
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No se trata de una frase al aire. Ese lenguaje abre la puerta a una criminalización total de la relación bilateral y justifica, ante su electorado, cualquier tipo de medida hostil. Es una construcción narrativa peligrosa, pensada para erosionar políticamente al gobierno mexicano.
Y aunque las acusaciones aún no se sostienen en pruebas públicas sólidas, han sido suficientes para que, en México, la oposición, ciertos opinadores y una parte de la prensa alineada con intereses foráneos las amplifiquen como si fueran veredictos. Mientras allá apenas fueron notas de paso, acá se convirtieron en municiones políticas.
Por eso, la 4T debe responder con inteligencia y firmeza. Claudia Sheinbaum no puede permitirse arrastrar perfiles que ya no suman y que, por el contrario, representan vulnerabilidades ante este nuevo escenario. La limpieza no es solo interna, es preventiva: personajes con historial turbio, intereses paralelos o actitudes contradictorias deben salir del gabinete antes de convertirse en blancos fáciles para las agencias extranjeras o sus filtraciones.
Porque si algo sabe hacer Trump es fabricar enemigos. No tardará en usar expedientes, investigaciones o declaraciones para sembrar la idea de que Morena es un movimiento infiltrado por intereses criminales. Y en tiempos electorales en EE.UU., esa narrativa vende. Mucho.
México necesita liderazgo. Y ese liderazgo implica poner orden en casa antes de que la tormenta venga de fuera.
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Off the record
En el despacho del gobernador se comentó que es momento de proyectar a una morenista. La indicación es clara: apoyarla con recursos y visibilidad para fortalecer su imagen. Mientras algunos cargan con filtraciones, a otros los están blindando… por ahora.
mho

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