Aprender a desaprender o desaprender para aprender

Con la turbulencia constante de cambios en el mundo, la demanda de adecuaciones es también permanente para responder a las nuevas necesidades o tendencias y estar al día, las formas de adquirir aprendizaje son también objeto de transformación.  

Se ha hecho más frecuente promover que debemos desaprender para aprender, la realidad es que nunca dejamos de aprender, pues este proceso de los seres humanos nos permite adquirir o modificar conocimiento, habilidades, destrezas y conductas a lo largo de nuestra vida, aprendemos permanentemente en la medida en que cada quien lo gestione.

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Pero si la constante es aprender, entonces ¿porque se promueve el desaprender? pues bien, desaprender no significa borrar todo lo aprendido, no es lo contrario a aprender y tampoco es dejar de aprender, desaprender va muchísimo más allá.

Desaprender es un proceso complejo que trataré de exponer de manera accesible, es estar dispuesto a un cambio de paradigma, porque sin duda, desaprender es más difícil que aprender, ya que, para desaprender, se tiene que romper con esquemas consolidados y conductas arraigadas, son hábitos tan asumidos que ni siquiera nos planteamos la posibilidad de cambiarlos o modificarlos.

Para desaprender, debemos reconocer que lo que alguna vez registramos como efectivo ya no es lo suficientemente redituable, ni útil o dinámico, es identificar aquello que en su momento funcionó y que ahora puede ser replanteado para obtener mejores resultados y seguir creciendo, es encontrar un nuevo camino.

Ahora unos ejemplos que pueden ser ilustrativos, muchos docentes se formaron para impartir clase dentro del aula, donde la única posibilidad era el espacio físico, entonces ellos tuvieron de desaprender para aprender a generar conocimiento en espacios virtuales o híbridos, y esto no significa que ya no estén capacitados para el trabajo presencial.

Hubo que desaprender, para aprender que la incorporación de tecnología y dispositivos electrónicos para el aprendizaje son grandes aliados; muchas veces de manera cotidiana desaprendemos para aprender sin saber que estamos realizando este proceso, es una tendencia a la actualización y ejemplos hay muchos.

Poner en práctica el desaprender para aprender propone grandes resultados, es crucial tener la objetividad de poner en duda creencias o ideas y la disposición de abrir nuevos caminos para obtener más y mejores resultados.

Por lo tanto, parece un juego de palabras, pero no es así, primero debemos aprender a desaprender, para luego desaprender para aprender o hasta volver a aprender.


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