El Día de Muertos en Hidalgo es una celebración llena de tradiciones que varían según la región. Desde el colorido Xantolo en la Huasteca hasta los altares familiares que se colocan en todo el estado, cada zona tiene su propia manera de honrar a los difuntos.
A continuación, te explicamos cómo se celebra esta importante festividad en diferentes partes de Hidalgo.
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El Xantolo en la Huasteca Hidalguense
En la región de la Huasteca de Hidalgo, el Xantolo es el corazón de la celebración de Día de Muertos. Este ritual ancestral mezcla las creencias indígenas con el catolicismo, creando un ambiente lleno de música, danzas y altares. Durante estos días, se realizan comparsas, donde los habitantes, vestidos con máscaras de personajes representativos, bailan y visitan las casas para honrar a los fallecidos. Es una ocasión para reunirse con los seres queridos, tanto vivos como muertos, en un ambiente de respeto y alegría.
El Xantolo inicia el 31 de octubre con la llegada de las almas de los niños, seguido por la recepción de las almas adultas el 1 de noviembre. Las celebraciones culminan el 2 de noviembre, con rituales para despedir a los difuntos.
Celebraciones culturales en otras regiones
En otras zonas del estado, como la Sierra Alta y el Valle del Mezquital, se organizan eventos culturales y artísticos. Estos programas incluyen desde presentaciones de danza y música hasta talleres de calaveritas de azúcar y concursos de ofrendas, buscando preservar la tradición del Día de Muertos y fomentar la participación comunitaria.
En municipios como Pachuca y Tulancingo, se llevan a cabo ferias y actividades culturales que promueven el arte y la historia de esta festividad. Estas actividades permiten a los visitantes y residentes experimentar la riqueza cultural de Hidalgo durante esta época del año.
El altar tradicional en las casas de Hidalgo
En los hogares hidalguenses, el altar de Día de Muertos es una pieza central de la celebración. Se coloca tradicionalmente entre el 28 y 31 de octubre y permanece hasta el 2 de noviembre. Este altar es una ofrenda dedicada a los seres queridos fallecidos y está lleno de elementos simbólicos, como flores de cempasúchil, velas, incienso, y fotos de los difuntos.
El altar hidalguense suele tener varios niveles, que representan el cielo, la tierra y el inframundo. Se colocan alimentos y bebidas preferidos por los difuntos, junto con objetos personales que los identifican. La flor de cempasúchil, con su vibrante color naranja, marca el camino que las almas deben seguir para llegar al altar, mientras que las velas iluminan su recorrido.
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¿Cómo y cuándo colocar el altar?
El altar debe ser instalado unos días antes del 1 de noviembre, tradicionalmente a partir del 28 de octubre. Se cree que las almas de los difuntos visitan a sus familias durante estos días, por lo que el altar debe estar listo para recibirlos.
Cada elemento del altar tiene un significado importante: las velas representan la luz que guía a las almas; las flores, la fragancia que atrae a los espíritus; y el copal, que purifica el ambiente.
MHO
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