Estando tan cerca de la Ciudad de México, una de mis quejas constantes es la falta de espacios culturales, pero ello me he quedado muy gratamente sorprendida del Festival Cultural Fuimos Todas 2024, que lleva a cabo su segunda edición, se presentaron durante 3 días artistas visuales, escritoras, cantantes, creadoras, con una infinidad de textos que iba desde los cuentos de terror, ensayo, poesía erótica, novelas, todas invitadas a leer esas producciones que son creadas también en diversos talleres en los que creo debería de haber más difusión y apoyo desde los distintos espacios gubernamentales.
El Festival Cultural Fuimos Todas 2024 es organizado por dos gestoras culturales jóvenes Tania Martínez Suárez y América Femat, que llevan mucho tiempo haciendo distintos eventos, pero para llevar a cabo uno como este que ha reunido a mujeres hidalguenses se requiere de lo que tienen ellas compromiso y generosidad, además de la creación de diversos vínculos con los espacios culturales donde tienen amplia experiencia.
Como fue un espacio de creadoras me parece muy conveniente traer lo siguiente de Clarisa Pinkola Estés: “Ahora debes elegir aquello que hace que tu corazón y tu mente y tu vida crezcan y no se encojan, aquello que hace que tu corazón, tu mente y tu vida sean más intensos y no se estanquen y mueran” porque justo eso es lo hace la literatura, ponernos en personajes que como mencionaron varias de las escritoras te sirvan para sanar heridas, tener otras vidas, escribir sobre lo que te duele y te alegra, estar en ese espacio además me dio cuenta de dos cosas que solo se pueden notar a través de la perspectiva de género, a pesar de tener todas ellas obras tan buenas muchas de ellas no se asumían como escritoras y como lo expresé cuando me tocó intervenir ese es un sesgo de género, la segunda es que varias de las mujeres jóvenes en sus obras sin necesariamente asumirse feministas, tocaron temas como la no elección de casarse o tener hijos, salir de las relaciones violentas de noviazgo o la deconstrucción del amor romántico, incluso texto a las mascotas perdidas, fueron 3 tardes de escuchar textos increíbles en el que el público río, lloró y compartió sus reflexiones en un espacio tan bonito como lo es el Centro Cultural Efrén Rebolledo.
Y ya que hablamos de cultura me parece una gran decisión del presidente de Epazoyucan, Carlos Montaño Rodríguez a la artista Carmina Orta una joven hidalguense con amplia experiencia muy reconocida por sus hermosos murales y por sus talentosas alumnas/os que incluso es de las pocas mujeres hidalguenses que un billete de la Lotería Nacional tiene su imagen como reconocimiento a su arte, aunque desafortunadamente por venganza personal la entonces Secretaría de Cultura, Tania Meza, la despidió de la Escuela de Música del estado de Hidalgo.
Mi pecho no es bodega. En cambio en el tema de la cultura no tenemos buenas noticias en Tlaxcoapan, en el que la presidenta municipal Teresa Olivares, hermana del Secretario de Gobierno Guillermo “patán” Olivares, ha estado desmantelando la orquesta sinfónica del municipio en el que participan 50 niñas, niños y adolescentes, en el que además les fueron retirados los instrumentos, es increíble que un municipio con un uso excesivo de drogas como el cristal, no puedan visualizar que el arte es una de las estrategias para los cambios sociales tan necesarios en ese lugar.