Renombrando Hidalgo: Hacia Una Nueva Narrativa Política y Cultural

Con la reciente consolidación de Morena en el poder ejecutivo, legislativo y en la mayoría de los ayuntamientos de Hidalgo, el estado se encuentra en el umbral de una nueva era política. Sin embargo, la herencia del PRI sigue siendo palpable en los usos, costumbres, y especialmente en los símbolos urbanos como nombres de calles y monumentos.

Este legado continúa proyectando las sombras de un régimen que ya ha sido políticamente superado.

El boulevard Colosio en Pachuca es un claro ejemplo de cómo el antiguo régimen ha impregnado la semántica urbana con símbolos que poco o nada tienen que ver con las realidades o las contribuciones locales.

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Este tipo de nomenclaturas no solo refuerza los mitos de un pasado que muchos desean dejar atrás, sino que también plantea preguntas sobre la representación y la identidad en el espacio público.

La necesidad de una reconfiguración simbólica es evidente. ¿Por qué no renombrar estas calles y monumentos en honor a figuras locales que han contribuido significativamente a la comunidad y al estado?

La creación de una nueva narrativa urbana que ponga al pueblo y a sus héroes locales en el centro podría fortalecer el sentido de identidad y pertenencia, además de alinear el paisaje cultural de Hidalgo con los valores y la visión del nuevo régimen.

Esta transformación no solo sería un cambio nominal. Replantear la semántica de las calles y espacios públicos de Hidalgo podría servir como un reflejo tangible del cambio político y social que Morena busca implementar.

 Sería también una afirmación de que el estado está listo para definirse por sí mismo, más allá de las figuras históricas impuestas que no reflejan la realidad ni las aspiraciones de su gente.