Gerardo, el tiro por la culata

Gerardo, el jefe del Clan Sosa Castelán, volvió a mostrar que quien manda en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) es él; el martes llamó a Rafael Hernández Hernández y a Elsa Ángeles Vera, para ordenarles la respuesta a la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (UAEH) por osarse a emitir una recomendación a su fuente de poder político y económico.

Normal el último en enterarse, fue el rector Octavio Castillo Acosta, que en un arranque de dignidad no asistió y dejó todo en manos del jurídico y la defensora universitaria, para aprovechar los yerros de Ana Karen Parra Bonilla y victimizarse otra vez argumentando violación a la autonomía universitaria.

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El Clan, predecible, trata de llevar todo a la confrontación, ejemplo cuando anunciaron la Ciudad del Conocimiento, ordenó le impusieran ese nombre a la Unidad Universitaria y colocaran un letrero en el acceso, porque se “lesionaba” la labor de la UAEH.

Ahora la cortina de humo, solo revivió el pasaje del 19 de septiembre de 2023, cuando grupos de choque y aprendices de porros, desalojaron del edificio central de Abasolo a punta de golpes a estudiantes del Instituto de Artes (IDA) que exigían la destitución de la directora María Teresa Paulín.

Hernández y Ángeles anunciaron denuncias penales contra Parra Bonilla, pero no mencionaron que la jueza Karina Vértiz Marín vinculó a proceso a Esteban Rodríguez Dávila y lo suspendió como presidente del Consejo Estudiantil Universitario (CEUEH) por su posible responsabilidad en el delito de lesiones dolosas en pandilla.

Y obligan a la Procuraduría General de Justicia (PGJEH) a informar sobre las investigaciones y cuándo se judicializarán, porque la golpiza no puede quedar impune, por más autónoma que sea la UAEH debe apegarse a las leyes que rigen a todos, no hay extraterritorialidad.

En suma, a la estrategia del Clan, le salió el tiro por la culata, porque revivió en la opinión pública al Movimiento RebelArte, que tuvo “parada” a la UAEH tres meses y que a través del Partido del Trabajo (PT), mostró su fuerza real, ninguno de sus dos ex rectores logró 10 mil votos y ya no pueden amenazar con sacar a las calles a miles de universitarios; costo alto para evitar la disculpa del rector, porque las denuncias, preocupan solo a la denunciada.